Tratamos de escapar, pero no podemos huir de
nosotros mismos.
Miguel A. Terán
Es imposible escapar o huir de nosotros
mismos. En especial, “La huida no ha llevado a nadie a ningún sitio”,
afirmaba Antoine de Saint-Exupéry, el escritor francés, famoso por su novela El
Principito.
Genialmente alguien preguntó: “¿De qué huyes? Si lo
que llevas dentro te seguirá a donde vayas”. Es un hecho que cuanto antes nos
enfrentemos a nosotros mismos, enfrentemos nuestros miedos y temores, mucho
antes nos liberamos de la pesada carga que representa fingir lo que no somos.
Es vital tener conciencia de lo que somos y
hacemos, porque de lo contrario, el conflicto y desequilibrio serán
nuestra compañía de manera permanente. El sacerdote Jesuita y psicoterapeuta
Anthony De Mello, se preguntaba y respondía “¿En qué crees que gasta su vida la
mayoría de la gente? ¡En impresionar a los otros!”.
El acto de vivir puede convertirse en un conflicto
permanente, cuando lejos de definir, precisar y luchar por lo que deseamos, nos
disfrazamos para ocultar el conflicto, alejándonos de la necesaria paz y la armonía.
Permitir que el tiempo pase sin resolver el
problema solo contribuirá a que éste se agrave, tomando validez las palabras
del escritor y militar francés François de La Rochefoucauld: "Estamos tan
acostumbrados a disfrazarnos para los demás que al final nos disfrazamos para
nosotros mismos".
Nos convencemos de ser alguien, pero en realidad,
pensamos, sentimos, decidimos y actuamos de manera diferente a quien creemos
ser. Para muchos existe una brecha entre el yo real y el yo deseado.
“Hay mucha gente en el mundo, pero todavía hay más
rostros, pues cada uno tiene varios”, expresaba el escritor austríaco Rainer
María Rilke. Ello tiene consecuencias, que fueron reconocidas por el
psicoterapeuta y autor Nathaniel Branden, quien afirmaba que “Cuando intentamos
vivir de una manera poco auténtica, siempre somos nuestra primera víctima, ya
que, en definitiva, el fraude va dirigido contra nosotros mismos”.
“El que aspira a parecer renuncia a ser”,
planteaba el psicólogo, psiquiatra, filósofo y escritor argentino José
Ingenieros. Y en forma tristemente graciosa, la pintora y poetisa mexicana
Frida Kahlo expresaba “Traté de ahogar mis penas en licor, pero las condenadas
aprendieron a nadar”.
En la vida muchas veces transitamos por un lado y
hablamos por otro, corriendo el riesgo de perdemos entre el discurso y el
camino. Sin embargo, como dijo el poeta chileno Pablo Neruda "Algún día en
cualquier parte, en cualquier lugar indefectiblemente –sin escapatoria- te
encontrarás a ti mismo, y ésa, solo ésa, puede ser la más feliz o la más amarga
de tus horas". En definitiva, la
paz, la armonía interna y la consecuente felicidad no pueden conseguirse a
través del auto-engaño. Hagamos el mejor de nuestros esfuerzos por ser
auténticos.
02 de Febrero de 2016.
Miguel A. Terán
Psicología, filosofía y coaching.
Twitter: @MiguelATeranO
Nota: imagen extraída de la web
Referencias: Tomadas de Wikipedia + RAE
(Diccionario de la Real Academia de la Lengua Española.
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