En el camino aprendí, que llegar alto no es crecer, que mirar no siempre
es ver ni que escuchar es oír ni lamentarse sentir ni
acostumbrarse, querer...
En el camino aprendí que estar solo no es soledad, que cobardía no
es paz ni ser feliz, sonreír y que peor que mentir es silenciar
la verdad.
En el camino aprendí que puede un sueño de amor, abrirse como una flor y como esa flor morir, pero en su breve existir, fue todo aroma y color.
En el camino aprendí, que ignorancia no es no saber, ignorante es ese ser cuya
arrogancia más vil, es de bruto presumir y no querer aprender.
En el camino aprendí que la humildad no es sumisión, la humildad es ese don que se suele confundir. No es lo mismo ser servil que ser un buen servidor.
En el camino aprendí, que la ternura no es doblez, ni vulgar la sencillez ni lo solemne verdad, vi al poderoso mortal y a idiotas con altivez.
En el camino aprendí que es mala la caridad del ser humano que
da esperando recibir, pues no hay defecto más ruin que presumir de
bondad.
En el camino aprendí, que en cuestión de conocer, de razonar y saber, es importante, entendí, mucho más que lo que vi lo que me queda por ver...