“Sé selectivo en tus batallas, a veces tener paz es mejor que tener razón”.
Autor Anónimo
El fabulista
griego Esopo, algunos siglos antes de nuestra era, afirmaba que nuestro
carácter nos hace meternos en problemas, pero es nuestro orgullo el que nos
mantiene en ellos.
Un autor
anónimo planteó que una mala transacción es mejor que una buena batalla. Otra
versión, de uso común, pero similar significado nos ratifica que es mejor
un mal arreglo que un buen pleito. En una batalla o pleito, de cualquier
dimensión, aunque ganemos siempre habremos perdido, porque nuestra paz
tiene invaluable precio.
Muchas luchas
que iniciamos en nuestro entorno y contra otros, provienen de batallas en
nuestro interior; tal vez por ello, Fray Luis de León planteaba que
estar en paz consigo mismo es el medio más seguro de comenzar a estarlo con los
demás. En similar orden de ideas el Maestro Espiritual Dálai Lama expresó: “El
mantenimiento de la paz comienza con la auto-satisfacción de cada individuo”.
En otras palabras, si estamos insatisfechos con nosotros mismos, siempre
tendremos excusa para andar de batalla en batalla. De nada sirve buscar la paz
afuera, si no tenemos paz dentro de nosotros, planteaba el escritor francés
François de la Rochefoucauld.
Es un hecho
que la razón no viene del corazón. El escritor ruso Leon Tolstoi decía “La
razón no me ha enseñado nada. Todo lo que yo sé me ha sido dado por el
corazón”. La razón es poco confiable, y así parecía afirmarlo el poeta y
dramaturgo alemán Goethe, quien planteaba que “Somos todos tan limitados, que
creemos siempre tener razón”. Considerar la razón como guía para iniciar una
batalla podría implicar que la iniciáramos por razones equivocadas.
Debemos
responder ante las situaciones que se nos presentan y no simplemente
reaccionar. Muchas batallas nacen de capítulos pasados no debidamente cerrados,
por lo cual reaccionamos ante el otro, ya que las reacciones están cargadas de
pasado, mientras que las respuestas consideran las condiciones presentes y el
efecto futuro.
En resumen,
debemos sembrar paz para recoger paz. Vivamos en paz, porque este es único
camino para no vivir de batalla en batalla. Pero es necesario tener
presente las palabras del filósofo estadounidense Ralph Waldo Emerson: “Nada que no seas tú mismo puede darte
paz”. No obstante, sentir paz es clara señal de estar en el camino correcto
Miguel A. Terán
Twitter:
@MiguelATeranO
Nota: Foto
ilustrativa extraída de la Web.
Nota del autor
del Blog: Invito a todos mis amigos, seguidores y apreciados lectores a
compartir, con familiares, relacionados y contactos, esta reflexión y los demás
artículos publicados en este blog: miguelterancoach.blogspot.com. Tengamos presente que, en oportunidades,
unas sencillas palabras pueden hacer y ser la diferencia en nuestra vida o en
la vida de los demás.
hermosa reflexión, gracias por compartirla, saludos ¡¡
ResponderEliminarGracias. Muy gentil tu comentario. Cordiales y respetuosos saludos.
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