¿Soy adicto a estar ocupado?
Miguel A. Terán
En los últimos años –para muchos individuos- el
tiempo libre parece haberse convertido en algo pecaminoso, en una sociedad
donde el objetivo consiste en estar permanentemente ocupado. Esa actitud
de “ocupado” es valorada al asociarla con importancia, productividad, éxito y
perspectivas de futuro.
En otras palabras, entre más
llena tengamos nuestra diaria agenda, más llamadas recibamos en nuestro celular
y más e-mails lleguen a nuestro correo electrónico, creemos –hasta convencemos-
de estar más y mejor encaminados hacia el éxito. Sin embargo, tal cual he planteado
en otros artículos de estas reflexiones, cometemos el error de no definir
previamente las características de ese éxito; por tanto, nos cuesta saber
cuándo lo hemos alcanzado.
Hacer referencia pública a que
estamos ocupados, que no tenemos ni un minuto libre, es considerado por algunos
como sinónimo de estatus, cuando en realidad debería ser motivo de tristeza y
reflexión, sobre todo para quien no dispone de tiempo ni siquiera para sí
mismo.
Pero esa actitud de andar
“ocupados” y de creerse ocupados, se convierte en hábito y la asociamos con
estatus, poder y prestigio. Satirizando ese
tema de estar ocupado, el comediante y estrella de televisión estadounidense Groucho
Marx, comentaba: “Estuve tan ocupado escribiendo la critica que nunca pude
sentarme a leer el libro”.
Aunque en la realidad estar
continuamente ocupados es más señal de ineficiencia que de efectividad y
productividad. No obstante, en el mundo laboral, un escritorio lleno de
papeles es valorado por muchos jefes o supervisores, quienes lo asocian con un
empleado trabajador, productivo y comprometido, convirtiéndolo en una
estrategia de supervivencia para muchos supervisados.
En momentos de fechas límite
para entrega trabajos, ese empleado “ocupado” como parte de su espectáculo o show
–casi literalmente- coloca “carpas” para acampar, día y noche en la oficina. Al
final de esa epopeya, su esfuerzo y compromiso es valorado y reconocido, cuando
por lo contrario, deberíamos preguntarnos porqué llegó a esa fecha límite
extrema, sin haber realizado su trabajo a tiempo.
La ineficiencia resultado de
la falta de conocimiento o habilidades, el desorden o el interés en reflejar
esa imagen de ocupado, el inadecuado manejo de objetivos y prioridades, pueden
ser algunas de sus causas y razones. Aunque, sería injusto, dejar escapar las
fallas de supervisión que juegan importante rol en el desarrollo de estos
personajes, el problema y su espectáculo.
En el mundo laboral y en todos
los ámbitos, estar “full” o “lleno” de responsabilidades u ocupaciones
impide detenernos a reflexionar y evaluar lo que estamos haciendo para corregir
nuestro rumbo, cuando sea necesario. No nos
preguntamos si llenamos la vida con cosas que valen la pena. Muchas veces esa
carrera diaria es en círculos, no nos lleva a ningún lugar. “Quien está
muy ocupado rara vez cambia de opinión”, expresaba el filósofo alemán Friedrich
Nietzsche.
Muchos negocios, tales como lo
restaurantes de comida rápida, han surgido para cubrir ese deseo de andar de
urgencia en urgencia, mientras se nos escapa lo importante. En la prisa para
resolver las múltiples ocupaciones, nos arriesgamos a perder la prioridad en
nuestra pareja, familia, salud y espiritualidad.
Ese estar ocupados nos
lleva a correr, incrementando la probabilidad de errores u omisiones.
Existen individuos que dedican más tiempo a hablar de los problemas, a
fabricarles excusas y buscar culpables, que a resolver las causas y atacar a
tiempo las eventuales consecuencias, lo cual les lleva a estar ocupados
“apagando incendios” o resolviendo problemas.
Para concluir tengamos
presente que el tiempo es nuestro más valioso recurso, de hecho cuando se nos
acaba nuestro tiempo de vida, todo se reduce a cero. Entonces, equilibremos los
diferentes aspectos de nuestra vida y prioricemos la importancia de cada uno de
los mismos, enfocando adecuadamente nuestras decisiones y acciones, disponiendo
de tiempo para todo. Evitemos el culto o la adición a estar siempre ocupados.
08 de Febrero de 2016.
Miguel A. Terán
Psicología, filosofía y
coaching.
Twitter: @MiguelATeranO
Nota: imagen extraída de la
web
Referencias: Tomadas de
Wikipedia + RAE (Diccionario de la Real Academia de la Lengua Española.
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