La
responsabilidad social es compromiso y tarea de todos los miembros de la
sociedad.
Miguel A.
Terán
Uno de esos
roles que debemos compartir todos los miembros de la sociedad, es ser
responsables con esa sociedad, procurando el bienestar general, más allá de
aquel bienestar que solo nos beneficia directamente. Disponer de espacios y
tiempo para lo que beneficia a la sociedad en su conjunto es requisito de este
rol de responsabilidad social.
No obstante,
como miembros de una sociedad, las acciones que realizamos a nivel de nuestro
círculo de influencia tiene impacto en esa sociedad, para bien o para mal,
dependiendo del tipo de influencia: positiva o negativa. Es importante aclarar
que la opción “efecto neutro” de nuestras acciones no existe, porque lo que
hacemos a nivel social, beneficia o perjudica a la sociedad.
Existen
individuos para quienes su aporte o contribución social constituye una especie
de ceremonia de exculpación o proceso de descarga de culpas, por lo cual
no tienen compromiso con el sentido ni el contenido de la actividad
que realizan, porque su objetivo es otro.
Sin duda que
contribuiríamos más a la sociedad actuando como buenos y conscientes
ciudadanos, que donando, recaudando o participando en eventos. Las empresas con
genuina responsabilidad social se enfocarían en brindar –primeramente- las
mejores condiciones de trabajo y socio-económicas a sus integrantes; además de
fabricar productos ecológicamente amigables para no contaminar;
comercializar solo productos saludables y accesibles al consumidor;
pagar sus impuestos y estar siempre dispuestas a desempeñar un rol más
allá del lucro o beneficio a corto plazo.
Es un hecho
que lo social no es algo que podamos entregar o delegar como responsabilidad a
la política o al gobierno, porque en realidad es responsabilidad de todos
los ciudadanos. Podemos delegar la ejecución de proyectos sociales, pero no la
escogencia, desarrollo ni seguimiento a sus resultados.
La
participación activa en lo social no debe representar solo un tema de imagen
para personas, ni de estrategia competitiva para las empresas. El bienestar de
la sociedad pagará dividendos a todos sus miembros, cuando éstos en conjunto
contribuyen a la armonía, balance y estabilidad social.
Construir
familias basadas en valores, conscientes, sensibles y activas ante todo lo que
ocurre en el entorno, representa un aporte invaluable a la sociedad
de parte de cualquiera de nosotros. Igualmente, organizaciones y empresas
que comparten similares valores con la sociedad podrán operar y contribuir a
hacer de su entorno un mejor lugar para vivir, trabajar y desarrollar sus negocios.
Sin embargo,
cuando la sociedad no cuida sus procesos, más temprano que tarde, surge el
deterioro social afectando a todos los integrantes de la comunidad, sean estos
individuos, familias, instituciones u organizaciones. Parafraseando al
investigador científico, escritor y Premio Nobel de Medicina (1902) el francés
Alexis Carrel, podemos reconocer que cuando en una sociedad desaparece el
sentido de lo moral, la estructura de esa sociedad va hacia el derrumbe.
El pensador,
jurista, político e historiador francés Charles Alex de Tocqueville,
consideraba que: "Las sociedades deben juzgarse por su capacidad para
hacer que la gente sea feliz". La realidad es que todos contribuimos –en
mayor o menor grado- a construir las sociedades de las cuales somos parte, pero
es paradójico pensar que también podemos contribuir a su deterioro y
destrucción.
14 de Enero de 2016.
Miguel A.
Terán
Psicología,
filosofía y coaching.
Blog: www. miguelterancoach.blogspot.com
Twitter:
@MiguelATeranO
Nota: imagen
extraída de la web (Reference: Lietuvos energijos gamyba).
Referencias:
Tomadas de Wikipedia + RAE (Diccionario de la Real Academia de la Lengua)
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