¿Estaremos yendo en la ruta correcta?
Miguel A. Terán
Comprenderemos de manera simple esa relación,
pasado, presente y futuro, recordando las palabras del sabio Buda, cuando dijo
“Si quieres conocer el pasado, entonces mira tú presente que es el resultado.
Si quieres conocer tu futuro mira tú presente que es la causa”. Fácil, sencillo
y simple, pero a la vez, tan complicado de entenderlo y más aún de aceptarlo.
“Los que no pueden recordar el pasado están
condenados a repetirlo”, expresaba el filósofo y escritor español George
Santayana. En similar idea, el filósofo holandés Baruch Spinoza, también nos
recordaba “Si no quieres repetir el pasado, estúdialo”. Es importante o mejor
dicho vital, entender la evolución de los procesos que han resultado en lo que
vemos, vivimos, disfrutamos y algunas veces hasta sufrimos.
Es necesario saber de dónde venimos, dónde
estamos, adónde vamos y adónde deseamos ir. La primera pregunta, nos permite
tener siempre presente nuestras raíces u orígenes; la segunda, nos ubica en
tiempo y espacio; la tercera, nos hace reconocer la ruta que llevamos; y la
cuarta, nos recuerda nuestro objetivo.
Sin embargo, no solo es posible, sino bastante
común, que entre las dos últimas preguntas existan diferencias en las
respuestas, cuando comparamos la ruta que llevamos con la que deseamos llevar.
Es vital darnos cuenta a tiempo, de estos desvíos para no avanzar en la ruta
equivocada. Innumerables personas van más preocupadas por trasladarse
velozmente, que por verificar regularmente la dirección que llevan.
Es válido recordar que la última de esas
preguntas, por estar enfocada en el futuro, debe basarse en nuestras
prioridades de vida, no hacerlo así, más temprano que tarde, nos llevará a
arrepentirnos. En esas prioridades, para que formen parte de la ruta correcta,
deben combinarse armónica y balanceadamente una variedad de temas, tales
como familia, trabajo, amistades, desarrollo, finanzas, y muchas más, buscando
en ella un sano equilibrio entre cuerpo, mente, corazón y espíritu.
Estar perdidos y acelerados parece ser la peor
versión, porque despilfarramos motivación, recursos y energía, mientras solo
giramos o nos movemos erráticamente. Entonces, regularmente es necesario,
sano e importante detenerse para evaluar la ruta y rectificar el rumbo, en caso
que sea necesario.
Ahora bien, es poco lo que podemos hacer con
nuestro pasado, más allá de obtener de éste la experiencia que nos deja, que
–sin duda- es de bastante ayuda.
Por su parte, el futuro lo hemos venido
construyendo o destruyendo en nuestro transitar por la vida, incluyendo lo que
hemos hecho o dejado de hacer en nuestro pasado. Sin embargo, el presente nos
brinda la oportunidad de corregir, rectificar y hacerlo mejor. Por ello, si
comprendemos que recogeremos lo que sembramos, deberíamos preocuparnos menos
por lo que recogeremos y más por lo que estamos sembrando.
03 de Diciembre de 2015.
Miguel A. Terán
Psicología, filosofía y coaching.
Blog: www. miguelterancoach.blogspot.com
Twitter: @MiguelATeranO
Nota: imagen extraída de la web
Referencias: Tomadas de Wikipedia + RAE
(Diccionario de la Real Academia de la Lengua Española.
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