Nunca olvides a quien estuvo a tu lado en los
momentos difíciles.
Miguel A. Terán
Dice un viejo refrán “De bien nacidos es ser
agradecidos”. La verdadera amistad se comprueba en momentos difíciles, pero una
vez demostrada, no debemos olvidar ni dejar de agradecer -por siempre- ese
imperecedero gesto de amistad, solidaridad y amor, gracias al cual pudimos
conseguir una ruta cuando estábamos perdidos.
El genio alemán Johann Wolfgang von Goethe
expresaba “Si yo pudiera enumerar cuanto debo a mis grandes antecesores y contemporáneos,
no me quedaría mucho en propiedad”. Es por ello, que en diferentes momentos de
nuestra vida debemos preguntarnos con absoluta sinceridad, a quién o a quiénes
debemos nuestro avance hasta donde estamos. Haber recibido un “no”, negándonos
apoyo en aquel momento, tal vez hubiera cambiado nuestra vida y la de los
nuestros de manera radical.
No obstante, es triste reconocer la verdad que
expresa un párrafo de la letra de la canción “Maestra Vida”, del canta-autor
panameño Rubén Blades, donde se hace referencia a que: ”No dura
agradecimiento para aquel que nos da la mano, tan pronto nos sale el clavo se
olvida todo el sufrimiento”; y no solo olvidamos el sufrimiento, sino también a
quien nos ayudó a disminuirlo o terminarlo. Ratificando la necesidad de
agradecer, un milenario proverbio chino refiere "Cuando bebas agua
nunca olvides la fuente”.
Es absolutamente cierto que “El tiempo hace
estragos en la gratitud, aún más que en la belleza”, tal cual lo expresó el
escritor estadounidense Mario Puzo, autor de la famosa novela El Padrino (The
Godfather). Nuestro ego con el paso del tiempo –equivocadamente- llega a
convencernos que somos el único autor, protagonista y héroe de nuestra historia
de vida; en otras palabras, creemos hasta convencernos que “No debemos
nada a nadie”, olvidando el apoyo que recibimos de muchos otros para alcanzar
nuestros logros.
Ocurre también, que en infinidad de oportunidades
nos llenamos de expectativas; y ello, nos lleva a no valorar lo recibido, que
probablemente está por debajo de lo que esperábamos, y así aparecen la
frustración, insatisfacción e infelicidad.
Una vez pasan los momentos difíciles, más aún si
el “éxito” nos vuelve a sonreír, es fácil que aparezcan nuevos “amigos” o
algunos viejos y reciclados. Pero consideremos las palabras de un autor
anónimo que dijo: "El falso amigo es como la sombra que nos sigue mientras
dura el sol”. El ex Presidente estadounidense John F. Kennedy, hizo referencia
al tema cuando brillantemente dijo "El éxito tiene muchos padres, pero el
fracaso es huérfano".
Siempre he referido que la idea no es vivir en una
economía o intercambio de favores, porque “Las raíces bajo la tierra no piden
recompensa por hacer que las ramas den frutos”, tal cual lo expresó el filósofo
y escritor hindú Rabindranath Tagore. Mientras que el poeta español
Mariano Aguiló dijo: “Olvida que has dado para recordar lo recibido”.
“A una persona podemos reconocerla por la manera
cómo nos trata cuando ya no nos necesita”, expresaba un autor anónimo. Creo que
todos, en algún momento, nos hemos topado con este tipo de espécimen en nuestra
vida. Aparece sin brillo y desaparece cuando consigue algo de luz.
Es una clara realidad que entre más alto lleguemos
en la vida, más tenemos que agradecer, pero sobre todo, no debemos olvidar a
quien o quienes estuvieron a nuestro lado apoyándonos y motivándonos para que
pudiéramos superar momentos o etapas difíciles. Vale la pena recordar, de vez
en cuando, a estos héroes de nuestra vida; para acercarnos, agradecerles y
ofrecer nuestro apoyo, porque tal vez -en las vueltas que da la vida- son ellos
quienes ahora nos necesitan.
23 de Noviembre de 2015.
Miguel A. Terán
Psicología, filosofía y coaching.
Twitter: @MiguelATeranO
Nota: imagen extraída de la web
Referencias: Tomadas de Wikipedia + RAE
(Diccionario de la Real Academia de la Lengua Española.
No hay comentarios:
Publicar un comentario