Luchamos por la familia, pero no siempre para la
familia.
Miguel A. Terán
En lo que parece un juego de palabras entre las
preposiciones “por y para”, vale la pena detenerse, para reconocer que los
sueños y objetivos de familia pueden distorsionarse y finalmente deteriorarse
por el camino. Es un hecho, que buena parte de los progenitores nos
desvivimos –día a día- por brindar a los integrantes de nuestra familia el
mejor y mayor esfuerzo para hacerlos felices.
Y en ese esfuerzo, llegamos a la conclusión, que como proveedores de bienes materiales garantizaremos el mejor nivel de vida posible para nuestra familia; y de esa manera, estaremos cumpliendo el objetivo de hacerles felices. No obstante, esa afanosa búsqueda de mayor nivel de vida nos lleva a disminuir la calidad de nuestras relaciones familiares; y con ello, estaremos deteriorando –a mediano y largo plazo- la calidad de nuestra vida personal, familiar y afectando a la sociedad en que vivimos.
En algún momento equivocamos la ruta y transitamos
de manera errática, luchando por conseguir un estándar o nivel de vida que
finalmente acaba con la calidad de vida. Al respecto, el estadounidense Joseph
E. Stiglitz, reconocido economista, asesor, profesor y Premio Nobel de Economía
(2001), expresa que “Los individuos afirman que trabajan mucho por el bien de
la familia, pero al trabajar tanto, tiene cada vez menos tiempo para la familia
y la vida familiar se deteriora. De alguna forma los medios demuestran ser
incoherentes con el fin que se declara”.
Afirmaba el filósofo chino Confucio que “La
fortaleza de un país proviene de la integridad del hogar y la debilidad de un país
proviene de la desintegración de sus hogares”. El mismo Confucio reconocía que
“Para que en una sociedad reine la armonía, ésta debe reinar primero en la
familia”.
Esa lucha constante y continúa por proveer mejores
condiciones y nivel de vida, al llevarla más allá de cierto límite, convierte o
transforma hogares en simples casas, creo que todos reconocemos la diferencia.
Recordemos que los hogares están construidos por principios y valores, y unidos
por amor. A diferencia las casas, solo por bloques, cabillas y unidas por
cemento. Una familia se construye dentro de un hogar, sin importar el tamaño de
la casa en la cual se habita.
Un requisito indispensable para construir
familia es el tiempo del cual disponemos para esa valiosa tarea. Debemos como padres
ser ejemplo y modelo de lo que predicamos con nuestras palabras. La tarea es
muy importante, porque en realidad, no estamos criando niños, sino creando a
los hombres y mujeres del mañana. Tengamos siempre presente las palabras del
religioso estadounidense David O. McKay, cuando reconocía que "Ningún
éxito en la vida puede compensar el fracaso en el hogar".
Poco éxito tendremos tratando de establecer
principios y valores para respaldar una cultura de familia, cuando existe un
claro desequilibrio en el tiempo que disponemos u otorgamos a nuestra familia,
en comparación con el tiempo de que dispone el entorno y otros medios, tales
como televisión e internet, e incluso la misma sociedad para afirmar sus
propios valores, y en algunos casos, algunos pseudo o falsos valores.
Es vital tener presente las palabras del Papa Juan Pablo II, con las cuales ratificaba
que “La familia es base de la sociedad y el lugar donde las personas aprenden
por vez primera los valores que les guían durante toda su vida”. En similar
orden de ideas, afirmó el escritor y orador estadounidense Frederick Douglass
“Es más fácil construir niños fuertes que reparar hombres rotos”, y está tarea
en su etapa más importante depende del hogar.
Debemos luchar no solo por proveer a la familia de
todo lo que necesitan para vivir, sino también esforzarnos por consolidar –cada
día- los valores requeridos para que sus integrantes lleven vidas personales,
familiares y sociales sanas, nutridos con amor y el efectivo balance y
equilibrio entre nivel y calidad de vida.
18 de Noviembre de 2015.
Miguel A. Terán
Psicología, filosofía y coaching.
Twitter: @MiguelATeranO
Nota: imagen extraída de la web
Referencias: Tomadas de Wikipedia + RAE
(Diccionario de la Real Academia de la Lengua Española.
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