Es importante vivir con un propósito en cada etapa
de nuestra vida.
Miguel A. Terán
Cada etapa de nuestra vida debe tener propósitos
alineados con nuestras características, edad y madurez. Es importante no
retrasar ni anticipar estas etapas, porque todo tiene su tiempo y espacio, en
otras palabras su lugar y momento.
En los países de cuatro estaciones
Invierno-primavera-verano-otoño, en el ciclo de un año calendario Enero –
Diciembre, nunca otoño viene antes de la primavera, la naturaleza nos da un
claro mensaje de que todo transcurre a su tiempo.
Esos propósitos debemos blindarlos con nuestros
valores, para evitar tomar rumbos inciertos en nuestra vida. Con la definición
temprana de nuestros propósitos de vida sabremos lo que estamos buscando y en
qué momento lo alcanzamos. Dejar propósitos abiertos es un riesgo porque
andaremos por la vida sin límite en la búsqueda de algo.
En la obra literaria Alicia en el país de las
Maravillas, Alicia pregunta al gato Minino de Cheshire: “- ¿Podrías decirme,
por favor, qué camino debo seguir para salir de aquí?
- “Esto depende en gran parte del sitio al que
quieras llegar”, dijo el gato.
- “No me importa mucho el sitio”, dijo Alicia.
- “Entonces, tampoco importa mucho el camino”,
dijo el gato.
Los propósitos de las primeras etapas de nuestra
vida los definen nuestros padres. Pero quienes ejercemos el rol de padres,
debemos ser conscientes que cada etapa en el desarrollo de nuestros hijos
debe estar acorde a la edad y la madurez de éstos, por lo cual no es sano
tratar de retrasarlos ni avanzarlos. En Finlandia, la educación formal de los
niños comienza a los siete años, porque consideran que los seis primeros años
de vida deben dedicarse al juego y a la relación con otros niños, en casa
o en la guardería.
Los padres debemos ser cuidadosos para no
pretender vivir de nuevo nuestras vidas a través de la vida de nuestros hijos,
dejándoles sin opción a sus propios propósitos. Alguien recomendaba a un padre
diciéndole “Si lo que usted desea es un campeón en la familia, comience por
entrenar usted mismo y deje que sus hijos sean niños y jueguen”.
Es importante comprender que los logros
generalmente requieren una combinación de compromiso, tiempo y esfuerzo. “La
madurez es la capacidad de posponer la gratificación”, nos decía el famoso
médico Sigmund Freud, creador del psicoanálisis. Por su parte, el actor
estadunidense Christopher Reeve, quien desempeño el papel de Superman durante
los años 1978-1987, afirmaba que “Lo que hace a Superman un héroe no es que
tiene poder, sino que tiene la sabiduría y la madurez de usar el poder
sabiamente”.
Ocurre también que de manera en extremo optimista,
perdiendo contacto con lo realista, asumimos la responsabilidad de
comprometernos en la búsqueda de objetivos para los cuales no disponemos de los
recursos o competencias mínimas para alcanzarlos, lo cual representa un riesgo.
Sin embargo, nuestro propósito debe permitir que desarrollemos nuestros
talentos. “Todo el que llegó donde está, tuvo que comenzar donde estaba”,
expresaba el novelista y poeta escocés Robert Louis Stevenson.
Cumplir el propósito de cada una de las etapas
debe contribuir a nuestra felicidad en el transitar por la vida. Pero es
vital tener presente que nuestro propósito nunca puede estar divorciado del
bienestar a los demás y a la comunidad de la cual formamos parte.
Agosto 05, 2015.
Miguel A. Terán
Psicología, filosofía y coaching.
Blog: www. miguelterancoach.blogspot.com
Twitter: @MiguelATeranO
Nota: imagen extraída de la web
Referencias: Tomadas de Wikipedia + RAE
(Diccionario de la Real Academia de la Lengua Española).
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