La importancia de respetar las diferencias y
opiniones.
Miguel A. Terán
El respeto comienza con el que merecemos y nos
brindarnos a nosotros mismos. “Ante todo, respetaos a vosotros mismos”, decía
Pitágoras de Samos, filósofo y matemático griego. “Respétate a ti mismo y otros
te respetarán”, expresaba el filósofo chino Confucio. Mientras que el político
y pensador hindú Mahatma Gandhi, afirmaba “No puedo concebir una mayor pérdida
que la pérdida del respeto hacia uno mismo”.
Podemos discrepar, disentir o estar simplemente en
desacuerdo con las opiniones y actuaciones de otros, pero ello es parte
del vivir y compartir en sociedad. Simplemente no somos iguales, pero el
problema sucede cuando al opinar o actuar olvidamos la universal Regla de Oro,
un principio moral que nos indica que debemos “tratar a los demás como queremos
que nos traten a nosotros” y “no hacer a los demás lo que no queremos que nos
hagan a nosotros”.
El escritor y empresario estadounidense Dale
Carnegie invitaba a demostrar respeto por las opiniones ajenas, indicando que
jamás debemos decir a una persona que está equivocada. Simplemente es su punto
de vista. Cuando caemos en irrespeto, no podemos conocer –ni precisar- con
antelación las dimensiones de la repuesta de quien se siente irrespetado,
pudiendo ocurrir desde casi nada hasta cualquier acto de locura.
Debemos ser asertivos para hacer saber a los demás
cuándo nos sentimos irrespetados, porque de lo contrario nos arriesgamos a
continuar siendo, cada vez –quizá- de peor manera. La expresión “Respeta
para que te respeten”, afirma que el respeto es de doble vía.
La mayoría de los conflictos tiene dos caras,
decía el consultor y escritor estadounidense Stephen Covey, porque “Estamos
acostumbrados a pensar en términos de mi equipo contra tu equipo”. Y él
mismo Covey ratificaba que cada alternativa está arraigada en una mentalidad
muy concreta, que ve las cosas o lo que ocurre solo de esa manera. Aunque la
misma naturaleza deja un claro mensaje al ofrecernos un mundo lleno de tonos y
matices, no solo en blanco y negro.
“Presta el oído a todos, y a pocos la voz. Oye las
censuras de los demás; pero reserva tu propia opinión”, recomendaba el escritor
inglés William Shakespeare. Es importante esforzarnos y comprender diferentes
puntos de vista, porque es un hecho que nosotros no tenemos el privilegio de
ser únicos poseedores de la verdad.
Una discusión de ideas permite conocer mejor
nuestra opinión, siempre y cuando, tengamos mente abierta y
disponibilidad a escuchar y considerar diferentes puntos de vista, porque
seguramente enriqueceremos o modificaremos el nuestro. Al respecto el
famoso escritor argentino Jorge Luis Borges, expresaba “Quizá haya enemigos de
mis opiniones, pero yo mismo, si espero un rato, puedo ser también enemigo de
mis opiniones”.
El escritor y filósofo suizo Jean-Jacques Rousseau
reconocía que “Siempre es más valioso tener el respeto que la admiración de las
personas”. El respecto, tampoco debe confundirse con el miedo. Respetar implica
aceptar las diferencias ideológicas, de raza, religión, sociales, económicas y
muchas otras, enmarcadas o delimitadas por la Regla de Oro.
Al reconocer y aceptar la existencia del otro, del
diferente a mí, puedo comenzar a entenderlo y comprender sus motivos,
perspectivas y puntos de vista, puedo considerar sus derechos. El
político y Presidente estadounidense John Fitzgerald Kennedy dijo “Si no
podemos poner fin a nuestras diferencias, contribuyamos a que el mundo sea un
lugar apto para ellas”. Una de las más sencillas formas de respecto es brindar
a otros nuestra sincera y honesta escucha, para tratar de entender sus
argumentos y motivaciones, buscando complementar ideas en beneficio de todos.
Julio 31, 2015.
Miguel A. Terán
Psicología, filosofía y coaching.
Twitter: @MiguelATeranO
Nota: imagen extraída de la web
Referencias: Tomadas de Wikipedia + RAE
(Diccionario de la Real Academia de la Lengua Española).
No hay comentarios:
Publicar un comentario