Un error común cometido por muchas personas es
hacerse acompañar o rodearse de aquellos individuos quienes les dicen solo lo
que desean escuchar. Este equivocado hábito terminará aislándoles de la
realidad y confirmándoles solo su particular versión de esa realidad.
Son muchos los gerentes y lideres de empresas,
políticos, grupos sociales, y otros, quienes acostumbran rodearse y construir
sus equipos con individuos que se caracterizan por ser un “eco” de sus
palabras, diciendo o repitiendo lo que el “jefe” quiere escuchar. La realidad
es que una de las mayores traiciones hacia alguien es decirle o confirmarle
algo en lo cual no creemos. Aunque algunas veces lo repetimos tanto, que nos
arriesgamos a convencernos.
Pero la verdadera oportunidad para crecer y
desarrollarnos es brindada por aquellos individuos quienes tienen la gentileza,
la decisión y, en algunos casos, el valor de decirnos aunque sean sus verdades,
aun a riesgo de perder la amistad, la relación o hasta el trabajo.
Parece sencillo, pero “Ver lo que tenemos delante
de nuestras narices requiere una lucha constante”, tal cual lo expresó el
escritor británico George Orwell. A través de nuestras creencias y paradigmas
hemos desarrollado sesgos de percepción selectiva, permitiendo solo el acceso de
la información que está acorde a nuestros conceptos e ideas, y rechazando la
que la contradice.
Es común rodearse de personas, pertenecer a
grupos, leer libros, periódicos, artículos y revistas, ser aficionado –o hasta
fanático- de programas de radio, televisión o internet que están en línea con
nuestra forma de pensar y de ver el mundo, haciéndonos de un entorno que
ratifique nuestras creencias y paradigmas. Esta actitud, sin lugar a duda,
ofrece muy pocas posibilidades de cambio, desarrollo, mejora y crecimiento.
En la medida que somos y estamos más seguros de
nosotros mismos, de nuestros argumentos y puntos de vista, podemos atrevernos
a escuchar o permitir la expresión de otras ideas; mientras que por lo
contrario, la inseguridad, en nosotros y nuestros argumentos, nos hace
dogmáticos e inflexibles.
Debemos acostumbrarnos a ver y escuchar desde
distintos ángulos y perspectivas, para lograr diferentes puntos de vista que
nos permitan ampliar nuestros horizontes de vida. Es necesario escuchar y
tratar de entender las verdades de los otros. El poema Desiderata de Max Ehrman
en una de sus estrofas dice “Enuncia tu verdad de una manera serena y clara, y
escucha a los demás, incluso al torpe e ignorante, también ellos tienen su
propia historia”.
El actor, humorista, productor, director y
escritor británico Charles Chaplin decía “Oye y escucha lo que las otras
personas tienen que decir, es importante”.
MAT / Junio 09, 2015.
Miguel A. Terán
Blog: www. miguelterancoach.blogspot.com
Twitter: @MiguelATeranO
Nota: imagen extraída de la web
Referencias: Tomadas de Wikipedia + RAE
(Diccionario de la Real Academia de la Lengua Española).
La frase que usa citando a Benedetti, no es de él, sino de Mariani Sierra publicada en su libro Radiografía de un corazón de Origami. Creo que debería corregir su escrito. No existe ningún libro, escrito o algún fragmento de Mario que contenga esa frase. Saludos.
ResponderEliminarCorrige tu escrito, no es de Mario Benedetti la frase que pusiste, es de Mariani Sierra, ignorante!!
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