“Para desatar los nudos, para poder dar las
respuestas, lo primero es saber llegar a las preguntas”.
Autor Anónimo
REFLEXIÓN: Permanecer en lo superficial o en lo
cosmético de las situaciones de la vida parece ser lo común. Lo intrascendente
atrapa discusiones, decisiones y acciones. Evaluamos los hechos buscando
problemas, nunca las necesidades que causaron esos problemas. Nos quedamos en
los síntomas o las consecuencias de los problemas, por lo cual, casi nunca
llegamos a las causas.
Nos preocupamos poco por hacer las preguntas
adecuadas acerca de lo que ocurre, dedicando esfuerzos y recursos solo
para resolver síntomas, mientras el problema sigue creciendo y la necesidad,
causa del problema, permanece absolutamente desatendida. El filósofo
Aristóteles reconocía que “No se puede desatar un nudo sin saber cómo está
hecho”. Ocurre que buscando respuestas, con mente y corazón abiertos,
terminaremos encontrando más preguntas.
Algunas veces descuidamos tanto nuestra reflexión
en busca de aprendizajes o nuestra lectura en busca de conocimientos, que hemos
llegado a desactualizarnos hasta el extremo que tenemos solo viejas
respuestas a nuevos problemas, ocurriendo lo que acertadamente expresó el
escritor uruguayo Marío Benedetti, al decir “Cuando creíamos que teníamos todas
las respuestas, de pronto, cambiaron todas las preguntas”.
Nuestras creencias y paradigmas pueden convertirse
en nudos complicados de desatar, que nos impiden reconocer las preguntas para
dar adecuada respuesta a lo que ocurre a nuestro alrededor. Se hace difícil
encontrar respuesta válida a innumerables preguntas, situaciones y
circunstancias de hoy día, porque para ello, requerimos trasladarnos al pasado
en busca de preguntas y respuestas. Sin duda que el hoy es un resultado del
ayer.
El reconocido educador brasileño Paulo Freire
refería que la pedagogía tradicional, a través de la cual nos hemos formado, es
una pedagogía de la respuesta por lo cual se nos complica la búsqueda de
preguntas. El mismo Freire planteaba que los profesores contestan preguntas que
los alumnos no han hecho.
Decía el psicoterapeuta austriaco Vicktor Frankl
que “Entre el estímulo y la respuesta hay un espacio. En este espacio descansa
nuestra capacidad de elegir la respuesta. Y, en esas respuestas, se asienta
nuestra libertad y nuestro crecimiento”. En ese espacio que mencionaba el Dr.
Frankl deben ubicarse muchas preguntas que nos guiarán a conseguir algunas
respuestas.
El economista y teólogo inglés Richard Whately nos
recordaba que “Quizás la existencia de una respuesta dependa solamente de que
se haga la pregunta adecuada”. Es indudable que una pregunta inadecuada, incorrecta,
incompleta o sesgada, no puede llevarnos a conseguir una adecuada respuesta.
“El ser humano no vive solo de pan. Necesitamos
amor y cuidados, y encontrar una respuesta a quiénes somos y por qué vivimos”,
plantea el escritor noruego Jostein Gaarder. Las respuestas de las ciencias
exactas pueden resolver algunos problemas, pero no resuelven las necesidades
generadoras de esos problemas. Cerramos esta reflexión recordando las palabras
del científico alemán Albert Einstein “Lo importante es no dejar de hacerse preguntas”.
Miguel A. Terán
Blog: www. miguelterancoach.blogspot.com
Twitter: @MiguelATeranO
Nota: imagen extraída de la web
Referencias: Tomadas de Wikipedia + RAE
(Diccionario de la Real Academia de la Lengua Española).
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