Para bien o para mal, nuestras pequeñas decisiones
y hábitos de cada día determinan nuestro presente y futuro.
Miguel A. Terán
Estamos preocupados por las grandes decisiones que
debemos tomar en la vida, las cuales consideramos y sentimos que pueden
cambiarnos el rumbo y el destino. Sin embargo, la mayor parte de las veces el
rumbo de nuestras vidas lo tomamos con las pequeñas decisiones de cada día y
hábitos del día a día.
En otras palabras, debemos ser en extremo cuidadosos con esas
pequeñas decisiones y acciones que tomamos continua, cotidiana y regularmente, casi automáticas, porque ellas
determinan las consecuencias positivas y negativas que recibimos y recibiremos
en los diversos aspectos de nuestra vida.
Expresaba el filósofo y novelista francés,
Albert Camus, Premio Nobel de Literatura 1957, que "La vida es la
suma de nuestras elecciones". Sin lugar a duda, que debemos tomar el
tiempo para decidir con equilibrado criterio, porque solo unos segundos o
minutos de raciocinio pueden ayudarnos a frenar la emocionalidad y el impulso
al decidir, evitando de esa manera que adquiramos un compromiso que nos
complique, comprometa o empeñe nuestro futuro.
No obstante, no damos la debida importancia ni
valor a esas decisiones que consideramos pequeñas y respondemos con la
emocionalidad e impulso del momento. Ejemplos muchos, pero podemos referir el
consumo regular de comidas poco saludables, el uso del cigarrillo o licor entre
otros, los cuales repetidos a diario tendrán impacto negativo en nuestra salud
a mediano y largo plazo. Por lo contrario, la decisión y el hábito de
alimentarnos sanamente y hacer ejercicio, tendrán un impacto en nuestra salud
futura.
Recordemos y sobre todo tengamos muy presente,
que las “Pequeñas decisiones conducen, con el tiempo, a grandes
consecuencias”, tal cual lo afirma el reconocido consultor, autor y orador
canadiense Robin S. Sharma. Antes de decidir consideremos el impacto, resultado
o consecuencia futura de nuestras decisiones, no veamos solo los resultados a
corto plazo, porque muchos cambian en el tiempo.
Algunas escogencias se hacen rápido, pero luego
debemos cargar con sus consecuencias por años y hasta por siempre. Algunas de
estas consecuencias son críticas para nuestra vida, porque nos roban la
necesaria paz para vivir. Además, muchas escogencias no son reversibles, por lo
cual no pueden volver al estado o condición original. El escritor español
Baltasar Gracián afirmaba que “El no y el sí son breves de decir pero exigen pensar mucho”, por los
resultados y consecuencias que traen a nuestra vida.
En el sentido positivo, refería el pensador y
científico alemán Johann Wolfgang von Goethe “Las obras importantes no resultan
tanto de un gran esfuerzo como de una acumulación de pequeños esfuerzos”. Y el
escritor de autoayuda Robert Collier, nos recordaba, en similar orden de ideas,
que “El éxito es la suma de pequeños esfuerzos, repetidos día tras día”. La
reconocida expresión “Sumar pequeños esfuerzos” hace referencia a ese construir
poco a poco.
11 de Febrero de 2016.
Miguel A. Terán
Psicología, filosofía y coaching.
Twitter: @MiguelATeranO
Nota: imagen extraída de la web
Referencias: Tomadas de Wikipedia + RAE
(Diccionario de la Real Academia de la Lengua Española.
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