jueves, 11 de febrero de 2016

Para bien o para mal, nuestras pequeñas decisiones y hábitos de cada día determinan nuestro presente y futuro. Miguel A. Terán

Para bien o para mal, nuestras pequeñas decisiones y hábitos de cada día determinan nuestro presente y futuro.
Miguel A. Terán

Estamos preocupados por las grandes decisiones que debemos tomar en la vida, las cuales consideramos y sentimos que pueden cambiarnos el rumbo y el destino. Sin embargo, la mayor parte de las veces el rumbo de nuestras vidas lo tomamos con las pequeñas decisiones de cada día y hábitos del día a día. 

En otras palabras, debemos ser en extremo cuidadosos con esas pequeñas decisiones y acciones que tomamos continua, cotidiana y regularmente, casi automáticas, porque ellas determinan las consecuencias positivas y negativas que recibimos y recibiremos en los diversos aspectos de nuestra vida.

Expresaba el filósofo y novelista francés,  Albert Camus, Premio Nobel de Literatura 1957, que "La vida es la suma de nuestras elecciones". Sin lugar a duda, que debemos tomar el tiempo para decidir con equilibrado criterio, porque solo unos segundos o minutos de raciocinio pueden ayudarnos a frenar la emocionalidad y el impulso al decidir,  evitando de esa manera que adquiramos un compromiso que nos complique, comprometa o empeñe nuestro futuro.

No obstante, no damos la debida importancia ni valor a esas decisiones que consideramos pequeñas y respondemos con la emocionalidad e impulso del momento. Ejemplos muchos, pero podemos referir el consumo regular de comidas poco saludables, el uso del cigarrillo o licor entre otros, los cuales repetidos a diario tendrán impacto negativo en nuestra salud a mediano y largo plazo. Por lo contrario, la decisión y el hábito de alimentarnos sanamente y hacer ejercicio, tendrán un impacto en nuestra salud futura.

Recordemos y sobre todo tengamos muy presente, que  las “Pequeñas decisiones conducen, con el tiempo, a grandes consecuencias”, tal cual lo afirma el reconocido consultor, autor y orador canadiense Robin S. Sharma. Antes de decidir consideremos el impacto, resultado o consecuencia futura de nuestras decisiones, no veamos solo los resultados a corto plazo, porque muchos cambian en el tiempo.

Algunas escogencias se hacen rápido, pero luego debemos cargar con sus consecuencias por años y hasta por siempre. Algunas de estas consecuencias son críticas para nuestra vida, porque nos roban la necesaria paz para vivir. Además, muchas escogencias no son reversibles, por lo cual no pueden volver al estado o condición original. El escritor español Baltasar Gracián afirmaba que  “El no y el sí son breves de decir pero exigen pensar mucho”, por los resultados y consecuencias que traen a nuestra vida.

En el sentido positivo, refería el pensador y científico alemán Johann Wolfgang von Goethe “Las obras importantes no resultan tanto de un gran esfuerzo como de una acumulación de pequeños esfuerzos”. Y el escritor de autoayuda Robert Collier, nos recordaba, en similar orden de ideas, que “El éxito es la suma de pequeños esfuerzos, repetidos día tras día”. La reconocida expresión “Sumar pequeños esfuerzos” hace referencia a ese construir poco a poco.

11 de Febrero de 2016.

Miguel A. Terán
Psicología, filosofía y coaching.

Blog: www. miguelterancoach.blogspot.com
Web: www.lidervoice.com
Twitter: @MiguelATeranO
Nota: imagen extraída de la web
Referencias: Tomadas de Wikipedia + RAE (Diccionario de la Real Academia de la Lengua Española.


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