El afecto deforma nuestra percepción.
Anthony De Mello S.J.
En una muy breve historia contada por el sacerdote
jesuita y psicoterapeuta hindú Anthony De Mello (1931-1987), que transcribimos
a continuación, podemos darnos cuenta como los afectos y otras emociones
distorsionan la percepción de la realidad, otorgándole algún particular sentido
de acuerdo a la emoción que nos domina.
El afecto deforma nuestra percepción: Éste era un tema en el que insistía el Maestro una y otra vez. Y los discípulos tuvieron la oportunidad de verlo ejemplificado cuando oyeron cómo el Maestro preguntaba a una madre:
“¿Cómo está tú hija?”
“¿Mi hija?”, dijo la madre, “¡No sabes la suerte
que ha tenido!”
“Se casó con un hombre maravilloso que le ha
regalado un coche, le compra todas las joyas que quiere y le ha dado un montón
de sirvientes. Incluso le lleva el desayuno a la cama y la permite levantarse a
la hora que quiere. ¡Un verdadero encanto de hombre!”.
“¿Y tú hijo?”, preguntó el Maestro.
“!Ése es otro cantar…!, respondió la madre,
“Menuda lagarta le ha caído en suerte. El pobre le ha regalado un coche, la ha
cubierto de joyas y ha puesto a su servicio no sé cuántos criados…!Y ella se
queda en la cama hasta mediodía! ¡Ni siquiera se levanta para prepararle el
desayuno…!”
Luego de escuchar estas dos breves historias,
contadas por la misma persona, podríamos afirmar que tenía razón el filósofo
alemán Friedrich Nietzsche cuando dijo “No existen hechos, solo
interpretaciones”.
08 de Diciembre de 2015.
Miguel A. Terán
Psicología, filosofía y coaching.
Twitter: @MiguelATeranO
Nota: imagen extraída de la web
Referencias: Tomadas de Wikipedia + RAE
(Diccionario de la Real Academia de la Lengua Española.
No hay comentarios:
Publicar un comentario