Parafraseando al reconocido
científico Albert Einstein, cuando hizo referencia a que un hombre de
ciencia puede leer docenas de libros en su vida, pero aún sabe que tiene mucho
que aprender; mientras, que un fanático apenas lee uno y cree que lo sabe
todo. El reto es desarrollarnos y crecer con solidez, independientemente
de la banalidad y superficialidad del entorno.
Ampliando lo expresado por Einstein,
podríamos afirmar que esa desconexión entre el auténtico conocimiento y el
fanatismo, junto a la inocencia de la ignorancia contribuyen a que este mundo
siempre haya sido, y aún sea, víctima de falsos profetas, iluminados,
gurús, y toda una gama de improvisados, charlatanes y oportunistas.
El filósofo contemporáneo español
Fernando Savater, afirma que “La cultura hoy tiene sentido comercial e ingresa
en los grupos que la consumen si es “nueva”, […] y el mercado está invadido por
infinita cantidad de productos, en una industria que se diversifica sin ningún
tipo de limitación”. El mismo Savater, refiere que «Triunfa el gurú de turno
que encanta a señoras y hombres que ven en sus palabras, aderezadas por el
marketing, una oportunidad para encontrar "un nuevo camino en su vidas", o por lo
menos, algo para comentar con sus amigos».
La historia sobre estos temas no es nada nueva, ya que hace dos mil seiscientos años el poeta y filósofo griego,
Cleóbulo de Lindos, uno de los Siete Sabios de Grecia, planteaba que “Nada hay
en el mundo tan común como la ignorancia y los charlatanes”. Imaginémonos en
estos tiempos de tecnología lo fácil que es fabricar un charlatán. El llamado
Sabio, Alfonso X Rey de Castilla, afirmaba que “Los cántaros, cuanto más
vacíos, más ruido hacen”.
Hoy día es todo un reto contar con
la habilidad y el buen criterio para saber escoger la más efectiva o las más
efectivas fuentes del verdadera información, conocimiento y orientación,
en diversos temas, que van desde lo personal y espiritual, hasta lo más
práctico, material y científico. Entre innumerables teorías, productos,
servicios y herramientas, que se ofrecen en libros, cursos, talleres,
asesorías y más, es como expresamos líneas atrás todo un reto escoger,
para tratar de escudriñar y encontrar lo que realmente vale la pena.
A lo anterior, debemos agregar la
triste costumbre de esta época, que exige ahorrar tiempo en todo, por lo cual
luce como “normal” adquirir “conocimientos” en cómodas y rápidas lecciones. El
escritor español Baltasar Gracián decía “El primer paso de la ignorancia es
presumir de saber”. Muchos individuos pretenden convertirse en expertos de la
noche a la mañana, y el mercado de hoy les permite intentar esa peligrosa
aventura, no para quien tiene la osadía de hacerlo, sino para quienes
recibirán sus “sabios consejos”.
Es importante ratificar que el reto
de aprender, desarrollarse y crecer -y reinventarnos- es responsabilidad de quien desea o quienes
desean hacerlo; por tanto, es un deber escoger concienzudamente quién y qué
medios serán los más idóneos para avanzar en este importante proceso, en cada
etapa de nuestra vida y en la vida de equipos y organizaciones.
Miguel A. Terán
Psicología, filosofía y coaching.
Twitter: @MiguelATeranO
Nota: imagen extraída de la web
Referencias: Tomadas de Wikipedia +
RAE (Diccionario de la Real Academia de la Lengua Española.
No hay comentarios:
Publicar un comentario