lunes, 24 de agosto de 2015

No luches por la razón sino por la paz. Miguel A. Terán

No luches por la razón sino por la paz.
Miguel A. Terán

Comencemos por reconocer que –en innumerables oportunidades- la razón tiene más asidero en nuestro ego que en la realidad. Es por ello, que la verdad o la mentira, lo correcto o lo incorrecto, lo bueno o lo malo,  es cuestión de perspectivas, muchas basadas en nuestras creencias, paradigmas y cultura; otras simplemente, en nuestro exceso de autoestima. En todo caso, “No hay nada repartido de modo más equitativo que la razón: todo el mundo está convencido de tener suficiente”, afirmaba el filósofo y matemático francés René Descartes.   
Muchas cosas, circunstancias y eventos afectan de manera distinta a las personas, eso es vital comprenderlo, para poder interactuar efectivamente con otros, evitando pensar y considerar lo que ocurre solo bajo nuestra óptica. Lo que es un resultado razonable para algunos puede ser un éxito o un fracaso para otros. 
Esa lucha por la razón, nos lleva a batallar por alcanzarla a como dé lugar,  desgastándonos innecesariamente, quizá por ello un autor anónimo nos recordaba “Sé selectivo en tus batallas, a veces tener paz es mejor que tener razón”. 
Una de las causas más comunes para la falta de paz en las sociedades es el exceso de injusticias, por ello, el Papa Juan Pablo II afirmaba “Si quieres la paz, trabaja por la justicia”. En la vida todo es relativo, tiene polaridad positiva o negativa, nada parece encajar en lo absoluto. El famoso novelista francés Víctor Hugo, entendía la dificultad de ser justos, expresando “Ser bueno es fácil; lo difícil es ser justo”. 
Algunas veces aludimos a la razón simplemente para justificar nuestra propia forma de pensar y actuar. La razón, en su sentido más puro y ortodoxo no permite reconocer argumentos más allá de lo establecido, más allá de lo “normal”. Consideramos que actuamos bien, porque tenemos nuestro propio concepto del bien. 
Parafraseando al novelista y poeta libanés Khalil Gibran, parece difícil conseguir a alguien gobernado por la razón, lo que encontramos con frecuencia son individuos gobernados por los hábitos y deseos, y pudiéramos agregar, por pasiones, intereses y múltiples emociones. 
Es fácil engancharse en la pelea por alcanzar la razón cuando hemos perdido nuestra paz interna. Cuando estamos insatisfechos con nosotros mismos,  es común buscar batallas afuera, para evitar enfrentar nuestra batalla interna. “El mantenimiento de la paz comienza con la autosatisfacción de cada individuo”, expresa el líder y maestro espiritual Dalái Lama. 
En nuestro transitar por la vida, cuando sentimos paz, especialmente con nosotros mismos es que vamos por buen camino. Por lo contrario, transitar llenos de angustias, miedos, odios, envidias, problemas y más, impedirá que vivamos en paz.  Debemos caminar “todos juntos hacia la paz, o nunca la encontraremos”, expresaba el estadista y científico estadounidense Benjamin Franklin.

Agosto 25, 2015.

Miguel A. Terán
Psicología, filosofía y coaching.

Twitter: @MiguelATeranO
Nota: imagen extraída de la web
Referencias: Tomadas de Wikipedia + RAE (Diccionario de la Real Academia de la Lengua Española).


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