“Una persona no
tiene que estar tras rejas para ser un prisionero. La gente puede ser
prisionera de sus propios conceptos e ideas. Pueden ser esclavos de sí mismos”.
Prem Rawat
“Maharaji” (n. 1957). Conferencista hindú sobre la Paz Individual o Personal.
No hay
peor esclavitud que la propia esclavitud, la escogida por nosotros mismos.
Algunas de nuestras creencias y paradigmas nos limitan, cortándonos
posibilidades de libertad y logros, manteniéndonos prisioneros.
En innumerables
oportunidades estamos desesperados buscando la puerta que conocemos para salir,
incapaces de ver alternativas en otras puertas o ventanas. “Una persona
solo está limitada por los pensamientos que elige”, afirmaba el filósofo inglés
James Allen.
“Tanto si piensas
que puedes, como si piensas que no puedes, estás en lo cierto”, decía el
industrial estadounidense Henry Ford. Pensar que no podemos escapar, que
estamos condenados a permanecer en algún lugar o al lado de alguien, hará
realidad que quedemos atrapados. El escritor estadounidense Wayne W. Dyer,
afirma que “Somos aquello en lo que creemos”.
Si somos libres o
prisioneros, es el resultado de donde hemos llegado, al lugar donde nuestros
pensamientos, decisiones y acciones nos han traído. En el futuro, estaremos donde
nuestros pensamientos, decisiones y acciones nos lleven. Muchas veces no
medimos las consecuencias de nuestras acciones, quedando atrapados por el
resultado de nuestras palabras, tal cual lo expresó el escritor español
Baltasar Gracián, al referir que “El no y el sí son breves de decir pero piden
pensar mucho”.
Permitimos que
nos esclavicen cosas, ideas, actividades, eventos, personas y mucho más. El escritor y poeta
italiano Arturo Graf, consciente de ello, expresaba que “Los deseos son como
los peldaños de una escalera, que cuanto más subes, tanto menos contento
estarás”. Por su parte, el escritor francés Marcel Proust, consideraba que
“Es un hecho que en busca de satisfacer deseos nos hacemos esclavos de esos
deseos. El deseo florece; la posesión lo marchita todo”. Mientras tanto olvidamos disfrutar nuestros logros reales por estar enfocados en el nuevo reto a emprender o logro a buscar. Y luego, surgirá otro nuevo deseo que nos esclavizará con su búsqueda, por los siglos de los siglos.
En el otro
extremo, al no dejarse atrapar ni hacerse prisionero de sus pensamientos,
emociones ni sentimientos el activista, político, filántropo y Premio Nobel de
la Paz, el sudafricano y líder mundial Nelson Mandela, comentaba que “Al salir
por la puerta hacia mi libertad supe, que si no dejaba atrás toda la ira, el
odio y el resentimiento seguirá siendo un prisionero”.
“Somos golpeados
por las circunstancias mientras continuemos creyendo que somos víctimas de las
circunstancias externas”, expresó el antes referido filósofo inglés James
Allen. Algunas veces "luchamos" por aparentes e insignificantes libertades, oponiéndonos tercamente a cumplir alguna norma o exigencia, cuando en realidad somos realmente prisioneros de cárceles más grandes impuestas por el sistema y la cultura.
No entender que nosotros somos autores de nuestras circunstancias, nos
lleva por la vida en el papel de víctimas, sufriendo sin poder resolver. “Todo
lo que somos es el resultado de lo que hemos pensado; está fundado en nuestros
pensamientos y está hecho de nuestros pensamientos”, afirmaba el sabio Buda,
fundador del Budismo. Agregaría, "...y de lo que hemos permitido".
Entonces, no es
lo que nos sucede, sino lo que pensamos e interpretamos acerca de lo que nos
sucede. Así lo ratificó la escritora estadunidense Anais Nin cuando dijo
“No vemos las cosas tal como son, las vemos tal como somos”.
Miguel A. Terán
Blog: www.miguelterancoach.blogspot.com
web Page: www.lidervoice.com
Twitter:
@MiguelATeranO
Nota: imagen
extraída de la web
Referencias:
Tomadas de Wikipedia.
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para mejor.
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