Breve Reflexión sobre el Libro de Dr. Stephen R.
Covey: “La 3ra Alternativa” (Titulo original en inglés: The 3rd. Alternative)
Por: Miguel A. Terán
Blog: www.miguelterancoach.blogspot.com
En su último libro, La 3ra. Alternativa, el hoy
fallecido consultor, escritor y conferencista Dr. Stephen R. Covey, plantea que
“Para resolver los problemas más difíciles que nos presenta la vida, tenemos
que cambiar radicalmente nuestra manera de pensar”. 1 Este libro
–sin duda alguna- fue un cierre genial del Dr. Covey a su obra como
escritor, que unida a sus otros libros, conferencias y enseñanzas harán de su
recuerdo y legado algo imperecedero.
Según lo afirmado por Dr. Covey, estamos
acostumbrados a pensar en los conflictos únicamente desde dos perspectivas, mi
perspectiva y tu perspectiva. Donde considero que las razones de las mías son
absolutamente válidas, justificadas y correctas, y las razones de las tuyas son
todo lo contrario. Donde las mías reflejan mi “convicción y firmeza”, mientras
que las tuyas solo reflejan tu “ignorancia, fanatismo o testarudez”. En esas
extremas perspectivas parece difícil visualizar puntos de encuentro.
Esta forma de ver el mundo y sus circunstancias de
manera polarizada ha sido tan común, que generalmente, quienes nos calificamos
como más equilibrados terminamos identificándonos con alguna de las dos
opciones. “Por eso hay racismo, prejuicios y guerras”. 2 Cada perspectiva tiene
raíces o bases sustentadas en creencias
y paradigmas muy concretos, que son parte de la identidad individual y de la
cultura colectiva. Por supuesto, no dejan de existir intereses muy particulares
de cada lado; la mayoría de las veces, ni siquiera colectivos, sino
individuales o grupales.
Llegar a acuerdos o consensos parece imposible.
Estos extremos los encontramos en lo político, lo religioso, en las empresas,
en las parejas, etcétera. Cuando solo percibo como válida mi posición y
perspectiva, decía el Dr. Covey, el único modo de resolver el problema es
persuadir al otro para que cambie su paradigma, y si tengo el poder para ello,
obligarlo a aceptar mi punto de vista. En esta perspectiva siempre habrá un
ganador y un perdedor.
Hacer lo contrario, aceptar el punto de vista del
otro, no es garantía de que las cosas marchen mejor o se resuelvan, debido a
que –posiblemente- la perspectiva del otro también puede ser incompleta,
sesgada o contener errores. Quedará –en todo caso- la sensación de un ganador y
un perdedor, y seré yo o seremos nosotros -en esta opción- quienes quedaremos
con ese sinsabor.
Otra opción, podría ser combinar ambas
perspectivas y puntos de vista, la mía y la tuya, eso parecería algo mejor,
aunque no es garantía de eliminar las diferencias e incompatibilidades.
Recordemos que las perspectivas de cada una de las partes involucradas tienen
sus propias y particulares raíces –en muchos casos profundas -, así como
también particulares intereses.
Pero es aquí donde el Dr. Covey, nos invita a
pensar y considerar una alternativa adicional. En lo personal, hubiera sugerido
que el libro tuviera el título de La
4ta. Alternativa, en consideración a que la primera sería la mía, la segunda es
la del otro, la tercera es una mixta y la última, es una alternativa que aún o
hasta los momentos no había sido considerada.
Pero bien, es la llamada 3ra. Alternativa,
bautizada así por su respetable autor. Esta alternativa surge de un proceso de
sinergia, palabra que el diccionario define como la “Acción de dos o más causas
cuyo efecto es superior a la suma de los efectos individuales”. La sinergia es
el resultado obtenido cuando ambos participantes “…deciden, juntos, ir más allá
de cualquier idea preconcebida para alcanzar un gran reto”. 3
El Dr. Covey aclaraba que “Sinergia no es lo mismo
que consenso. En el mejor de los casos, en un consenso, uno más uno es igual a
uno y medio. Todos pierden algo. En el consenso, ambas partes ceden, pierden,
sacrifican posiciones, recursos, intereses y puntos de vista. Sinergia no es
resolver un conflicto. Cuando alcanzamos la sinergia, trascendemos el
conflicto”. 4 La sinergia es una mejor opción de futuro que mí punto de vista,
perspectiva o paradigma, que el del otro o que una solución de consenso.
La palabra sinergia, según el Dr. Covey, ha sido mal interpretada
y peor utilizada. Muchas “mal llamadas” sinergias, especialmente en el mundo
empresarial, concluyen en decisiones que afectan a buena parte de los actores
involucrados, empleados, clientes y sociedad en general, beneficiando solo a
unos pocos.
La naturaleza ofrece grandes ejemplos de verdadera
sinergia, donde todos resultan beneficiados. El ejemplo de las aves que vuelan
adoptando la formación en V, les permite recorrer casi el doble de las
distancias que si lo hiciera cada una por su lado.
“Las personas sinérgicas no pierden su identidad,
sino que combinan sus capacidades con las de otros para producir un resultado
mucho mayor que cualquier otra cosa que pudieran lograr por separado”. 5
Al pensar en dos alternativas, la mía y la tuya,
no podemos vernos uno al otro como seres humanos, sino como ideologías.
Recordemos que siempre hay más alternativas que las dos básicas, que
representan los extremos.
Podemos considerar desde una perspectiva limitada
que es imposible llegar a acuerdos con el otro, por diversas razones, pero si
el otro existe y ambos somos parte de un todo llamado pareja, familia, equipo,
comunidad, sociedad o país, requerimos encontrar alguna forma de hacer viable
nuestra relación.
El tema en la manera que lo plantea el Dr. Covey,
requiere –como condición indispensable- para que esa alternativa funcione que
veamos al otro, reconociendo que existe para poder entenderlo, sentir lo que
siente, valorarlo, sensibilizarse con su perspectiva, entender sus razones,
ideales y puntos de vista, pudiendo así minimizar el conflicto y maximizar la
sinergia. Ello exige mentalidad abierta de nuestra parte, profunda seguridad en
nosotros, humanidad y valores.
En una referencia del Dr. Covey al Profesor
Clayton M. Christensen, éste último decía que “…la verdadera tarea no consiste
en resolver la cuestión en conflicto, sino en modificar el paradigma que
condujo al mismo”. 6 No resolver el paradigma, dedicándose solo a atacar o solucionar
sus síntomas, implicaría olvidarse temporalmente del problema, para encontrarlo
robustecido poco más adelante. En una
analogía con el cuerpo humano, sería como dedicarnos a tomar acetaminofén para
reducir la fiebre, sin considerar la respectiva evaluación en busca del proceso
bacteriano o viral, que determinará el tipo de antibiótico o tratamiento
requerido.
Es válido un mundo con diferencias, en todo
existen, pero es necesario entenderlas sin percibirlas como amenazas ni
convertirlas en conflicto, sino en oportunidad para hacer las cosas mejor y
construir un futuro diferente. Todo lo expuesto en las líneas anteriores es apenas un abreboca de lo que sabiamente
nos legó el Dr. Covey en su excelente libro La 3ra. Alternativa, que debería
ser lectura obligada para quien desea alcanzar mayor conciencia y ampliar
horizontes para enfrentar y resolver los problemas más difíciles de la vida.
Covey, Stephen R. (2012). La
3a. Alternativa. Para resolver los
problemas más difíciles de la vida. Editorial Paidós, Buenos Aires.
Referencias: 1.) Pág. 20; 2.) Pág. 23; 3.) Pág. 27; 4.) Pág. 27; 5.) Pág.
29; 6.) Pág. 82
Gracias Miguel por tu aporte en la solucion de problemas que pueden parecer sin solucion...tu aporte es una excelente alternativa
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