“Hay más
problemólogos que solucionólogos”.
Joaquín
Salvador Lavado “Quino” (n.1932). Humorista gráfico argentino. Reconocido por
ser el creador de la tira cómica “Mafalda”.
REFLEXIÓN: Es
muy fácil criticar y hablar de problemas, pero no parece igual de fácil dar u
ofrecer alternativas o soluciones. Tal vez la combinación es de 1/10, por cada
soluciónologo existen nueve problemólogos, y eso es parte importante del
problema. Un milenario proverbio chino dice: "Si no eres parte de la
solución eres parte del problema. Y si no eres ninguna de las dos cosas
entonces eres parte del paisaje".
Aunque,
pretender solo ser parte del paisaje, nos convertiría en parte del problema. El
clérigo y pacifista sudafricano Desmond Tutu, Premio Nobel de la Paz (1984),
dejaba claro un ejemplo, al afirmar que "Si eres neutral en situaciones de
injusticia has elegido el lado del opresor”.
La definición
del problema es el aspecto más importante a considerar cuando queremos
resolverlo. Muchas veces hablamos de los problemas y
en realidad nos referimos a los efectos del problema. Es importante tener
clara la diferencia entre causa y efecto. Cuando no comprendemos las raíces ni
la evolución del problema, cualquier esfuerzo que hagamos en resolverlo será,
con alta probabilidad, solo un logro cosmético. El filósofo griego Aristóteles
planteaba: “No se puede desatar un nudo sin saber cómo está hecho”.
Se necesita
conocer para comprender y entender los problemas, salvo los demasiado obvios.
El problemólogo no entiende lo que ocurre, pero lo automáticamente lo cataloga
como un problema. El científico Albert Einstein consideraba que los
intelectuales resuelven los problemas; pero los genios, los evitan.
Lo lógico
sería que por cada crítica o problema planteado, el problemólogo presentara
opciones de solución, de lo contrario la crítica no debería, ni siquiera,
ser considerada. Así quedarían fuera del juego la mayoría, por no
decir la totalidad, de los problemólogos. Es un hecho cierto, que hay quienes
crean problemas para luego vender soluciones; tal cual, lo hacen, quienes
siembran miedos, para luego ofrecer seguridades.
Alguien
refirió que debíamos evitar juntarnos con gente negativa, ya que siempre tienen
uno o más problemas para cada solución. “Imposible, significa que no has
encontrado la solución”, decía el famoso industrial estadounidense Henry Ford.
En la dinámica
de nuestro mundo actual, ha surgido una “nueva profesión” el Criticólogo,
que es la versión mercantil del problemólogo. El criticólogo es un profesional
de la crítica, que saca provecho económico a su “habilidad”, mientras que el
problemólogo es amateur, no hace negocio con sus críticas, pero le encanta
quejarse de todo y de todos. El punto de encuentro de estos particulares
especímenes de la fauna humana, es que ninguno da soluciones, y ambos son parte
importante del problema. El mismo Henry Ford, nos invitaba a encontrar remedios
o soluciones en vez de desgastarnos buscando las faltas.
También
existen algunos solucionólogos, que no son tales, pero prefieren venderse así,
pretendiendo dar soluciones teóricas o a control remoto, sin contacto alguno
con la realidad. Aquí parecen tener cabida las palabras del poeta griego
Sófocles, cuando firmemente dijo: “Quien no haya sufrido lo que yo, que no me
de consejos”.
Entonces,
parece válido quejarnos mucho menos y hacer mucho más, ya que hay mucho por
hacer para construir un mundo en el cual podamos vivir todos en paz y felices.
La solución está en el esfuerzo y compromiso de todos.
Miguel A.
Terán
Twitter:
@MiguelATeranO
Nota: Foto
ilustrativa extraída de la Web.
Nota del autor
del Blog: Vivir en un mundo mejor solo podemos lograrlo compartiendo –con los
demás- nuestra riqueza, sea esta material, cultural o espiritual. En el caso de
compartir lecturas, nunca sabemos cuándo unas sencillas palabras pueden
hacer y ser la diferencia en la vida de alguien, al motivar cambios que le
lleven a un nuevo destino. Por ello, la invitación es a compartir esta
reflexión en: www.miguelterancoach.blogspot.com
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