La Parte I de
este artículo puede ser leída en: http://goo.gl/uDrd5U
Parece
que solo hace falta una campaña de mercadeo bien financiada, para lograr que
alguien, con alguna particular “aptitud o habilidad”, haga
adicionalmente algunas cosas extravagantes, y listo, ya surge un
nuevo modelo o héroe a seguir. Desgraciadamente, las cosas no se quedan allí,
porque esos individuos marcan tendencias en el vestir, en la música, en el
lenguaje y en estilos de vida, impactando y afectando la vida de muchos.
Quizá
el modelo ideal es una mezcla de varios modelos, porque puede agradarnos el
particular estilo de vida de alguien, la aptitud de otro para un deporte, así
como la espiritualidad de un tercero. Pero sin duda que un modelo es
fuente de inspiración, estímulo y motivación, especialmente para jóvenes; de
allí, el riesgo cuando este modelo no es sano ejemplo de virtudes,
principios ni valores.
Aunque
no lo creamos, o tengamos dudas, nuestros padres son el modelo que seguimos,
casi por siempre -por supuesto- si este modelo existió en nuestras vidas. Con
todo lo que podamos criticar, nos sorprendemos de adultos cuando actuamos de
una manera que ellos lo hacían o que con seguridad ellos lo hubieran hecho, en
una situación similar.
La
búsqueda de nuevos modelos de conducta a seguir, por niños, jóvenes y
adultos, ante la ausencia o decadencia de los modelos
tradicionales, padres, maestros y supervisores, ha llevado a los miembros de la
sociedad a flexibilizar estándares y crear algunos nuevos, lo que ha
permitido que esos individuos poco ejemplares en su vida personal, pasen a ser
punto de referencia y modelos a seguir. Grave problema para las
presentes, nuevas y futuras generaciones.
En
un mundo paradójico, extraño, anormal o “bizarre” (palabra tomada del inglés,
ya que en español bizarro significa otra cosa) resulta que un anti-héroe del
ayer es un héroe del hoy. Alguien expresó, que los malos ahora son ejemplo y
los buenos son burla. El bandido se transforma en el héroe y quien fue héroe
queda ahora sin rol definido en la película de la vida.
Por
ello, niños, adolescentes, jóvenes y adultos, han salido en búsqueda de esos
“modelos” o “héroes” detrás de un extraño muñequito de TV, un deportista, un
artista, un cantante, un modelo, un gurú, etcétera. El mercadeo fabrica héroes
a diario, porque al éstos tener “pies de barro” caen pronto, ahogados en su
propio lodo, pero ya uno nuevo está en el horno, porque el negocio debe
continuar. Un modelo a seguir, con estas características, perjudicará
e incluso atrofiará o desvirtuará el normal desarrollo de niños y
adolescentes, y los resultados se harán visibles en los adultos de las nuevas
generaciones.
Muchos
padres por ignorancia aplauden o estimulan que sus hijos imiten algunos de
estos malos modelos, y las consecuencias se verán más adelante. Es
común ver en vídeos de redes sociales niños bailando de forma grotesca y
vulgar, concursos infantiles de belleza, y otras atrocidades más;
con la licencia, permiso y los aplausos de sus padres, familiares y amigos,
quienes más adelante harán esfuerzos y vivirán malestares y hasta tragedias tratando
de detenerlos, cuando el daño ya está hecho.
No
se trata de culpar solo a lo que ocurre en el mundo y permanecer pasivos, como
víctimas de nuestras circunstancias. Se trata de que padres, maestros y
supervisores, entiendan su importante y vital rol como modelos y ejemplo, para
que ofrezcan alternativas de armonía, balance y equilibrio, en los cuerpos,
mentes, corazones y espíritu de sus hijos, alumnos o supervisados, de manera
tal que éstos alcancen una vida interna radiante y nutritiva, evitando que
busquen fuera de ellos falsos ídolos, ilusiones y sueños.
Miguel
A. Terán
Twitter:
@MiguelATeranO
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