“La diferencia
entre GUSTAR, QUERER y AMAR es la misma diferencia entre POR AHORA, POR UN
TIEMPO y POR SIEMPRE”.
Autor Anónimo
REFLEXIÓN. Es
absolutamente cierto, que cuando amas a alguien, todos los días encuentras un
motivo para volver a enamorarte de esa persona, tal cual lo expresó otro autor
anónimo. El tiempo no es una medida del amor; por ello, tal vez nos recordaba
el místico y maestro espiritual Osho que “El amor no es una transacción de
negocios, así que no hay preocupaciones de pérdidas o ganancias. El amor
disfruta de dar, de la misma forma que las flores disfrutan de ofrecer su
fragancia”.
En estos
tiempos de urgencias, apuros y pragmatismo, hasta para el amor, confundimos
fácilmente las palabras gustar, querer y amar, dándoles similar o parecido
significado, haciendo del amor una simple unidad de intercambio en busca de
satisfacer deseos u obtener resultados inmediatos.
La palabra
gustar, hace referencia a agradar, resultar atractivo, desear en busca de
complacerse. Por su parte, la palabra querer es una forma menos profunda de
amar, acercándose más a cariño, afecto y amistad; mientras que amar, involucra
sentimientos más profundos y firmes compromisos. La famosa canción del
compositor español Manuel Alejando Álvarez, “El Amar y El Querer” refiere que
“Casi todos sabemos querer pero pocos sabemos amar. Y es que amar y querer no
es igual…”.
En el gustar
y, algunas veces, hasta en el querer podemos convertir al otro en un medio,
para lograr algo, por ejemplo, disfrute o placer. En algunas ocasiones, puede
surgir una relación utilitarista o de interés. En el amor, por el
contrario el otro siempre será un fin, el logro de un sueño. Para el amor,
siempre seremos una persona, un ser, nunca una cosa ni un objeto.
La diferente
longitud en el tiempo de estas tres palabras, es una realidad; la palabra
gustar, si no evoluciona hacia querer o amar, estará enfocada en el
corto plazo o por ahora, y no sobrevivirá más allá de lo inmediato. La palabra
querer, por su parte, si no evoluciona a amar, su duración será finita,
solo por un tiempo. Y amar, con todas sus vicisitudes, se plantea por
siempre, aunque la relación llegue a fracasar, por otras razones.
Entonces,
quien ama está dispuesto a sacrificar el presente y los placeres a corto plazo,
por una relación definitiva y a largo plazo. Entender la diferencia entre esas
palabras, gustar, querer y amar, evitará malos entendidos y expectativas
insatisfechas. Amar es un sentimiento que reside en nuestro corazón, y que al
momento de vincularse, será por y para siempre.
¡Feliz Día!
Miguel A.
Terán
Twitter:
@MiguelATeranO
Nota: Foto
ilustrativa extraída de la Web.
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