lunes, 18 de agosto de 2014

Pensamiento y Reflexión del Día (Martes 19 de Agosto de 2014)‏

“El principio de la educación es predicar con el ejemplo”.
Anne Robert Jacques Turgot (1727-1781). Político y economista francés.

REFLEXIÓN: En cualquier ámbito de la vida, familiar, educativo o escolar, social, laboral, etcétera, para educar el ejemplo tiene que estar alineado con lo que deseamos enseñar. En una de sus citas  legendarias el científico Albert Einstein, planteaba que dar ejemplo no es la principal manera de influir sobre los demás; es la única manera.

Para enseñar de verdad debemos caminar por donde hablamos. El escritor británico Oliver Goldsmith, planteaba aproximadamente tres siglos atrás, que podíamos dar un mejor sermón con nuestras vidas que con nuestros labios. Un proverbio suizo dice “Las palabras son enanos, los ejemplos son gigantes”.

Cuando pretendemos educar, no hay ejemplos neutros, porque lo que decimos con nuestras palabras o hacemos con nuestras acciones o conductas, “educa” o “mal educa”, a quien estamos enseñando o formando. Nada que hagamos delante del educando es neutro, todo tiene una polaridad.

El famoso y ya fallecido autor Stephen Covey, mencionaba en una de sus charlas –en forma jocosa o de broma – que él decía a sus hijos hagan lo que les digo y no lo que hago. Muchos progenitores intentan educar a sus hijos, pero lo hacen de una manera ilógica, por ejemplo, cuando conversan por teléfono celular y expresan muchas cosas que –literalmente- van en “contravía” con lo que plantean o tratan de enseñar a sus hijos durante largos sermones.


La enseñanza en lo social es muy práctica, por ello, las creencias y paradigmas se transmiten de generación en generación dentro de familias e inclusive en sociedades. El filósofo Séneca planteaba que “Largo es el camino de la enseñanza por medio de teorías; breve y eficaz por medio de ejemplos”.

Desgraciadamente, muchos deportistas, cantantes, músicos, etcétera, ignorantes e inconscientes de su rol social,  como modelos a seguir por jóvenes y adolescentes, constituyen un pésimo ejemplo de “éxito” en sus vidas personales.

Todos quienes tenemos la responsabilidad de educar o formar a otros, seamos progenitores, maestros, supervisores, gerentes, etcétera, debemos tener presente la responsabilidad de nuestro rol para con las generaciones del presente y futuro. Entonces, prediquemos con nuestro ejemplo.

¡Feliz Día!

Miguel A. Terán

Twitter: @MiguelATeranO


Nota: Foto ilustrativa extraída de la Web.

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