“Enseña a los
jóvenes cómo pensar, no lo que han de pensar”.
Sidney Sugarman (1904 -1974). Juez Federal de los Estados
Unidos de América.
REFLEXIÓN: Es necesario ser cuidadoso para transmitir a
nuestros hijos lo mejor de nosotros. La idea no es convertirlos en nuestras
replicas ni tratar de hacer con sus vidas lo que no pudimos hacer con las
nuestras. Debemos evitar transmitirles nuestros miedos y frustraciones, a la
vez que ganamos y merecemos su respeto, no su miedo.
Tengamos siempre muy presente, que nuestras experiencias
fueron nuestras, podemos contarlas a ellos o reflexionarlas con ellos, para
evaluarlas, cuestionarlas y obtener provecho de errores y aciertos. Muy
distinto es pretender transmitirles nuestras creencias y paradigmas,
especialmente, aquellas que los limitan.
Requerimos que nuestros actos y palabras estén alineados
con los principios y valores que pretendemos transmitirles, para que el día de
mañana ellos los ratifiquen con sus actos y palabras, dirigidos a construir un
mundo mejor que el recibido de nuestra parte. Es necesario vivir, de modo tal
que, cuando nuestros hijos piensen en la justicia y en la integridad, piensen en
nosotros, decía el autor H. Jackson Brown, Jr.
Reconocía el periodista William Hodding Carter que
solamente dos legados duraderos podemos aspirar a dejar a nuestros hijos: uno,
raíces; el otro alas. El primero, para que nunca olviden de donde vienen; el
segundo, para que puedan volar solos y nuestra responsabilidad es enseñarles a
ser independientes.
Esforcémonos por hacer de ellos individuos equilibrados y
armónicos que comprendan que las personas no son medios para conseguir fines,
sino que las personas son fines. Enseñémosles no solo a leer, sino a
cuestionar, a entender la relatividad de las cosas.
Que aprendan a tomar pausas en la vida para meditar,
reflexionar, cambiar y aprender, como única vía para crecer como seres humanos.
Y que comprendan que la independencia exige responsabilidad para asumirla.
¡Feliz Día y Feliz Semana!
Miguel A. Terán
Twitter: @MiguelATeranO
Nota: Foto ilustrativa extraída de la Web.
Tus hijos no son
tus hijos - Versos del Poeta Líbanes Khalil Gibran
“Tus hijos no son tus
hijos,
son hijos e hijas de la vida,
deseosa de sí misma.
No vienen de ti,
sino a través de ti,
y aunque estén contigo,
no te pertenecen.
Puedes darles tu amor,
pero no tus pensamientos,
pues ellos tienen sus propios pensamientos.
Puedes abrigar sus
cuerpos,
pero no sus almas,
porque ellos
viven en la casa del mañana,
que no puedes visitar,
ni siquiera en sueños.
Puedes esforzarte en ser
como ellos,
pero no procures hacerles semejantes a ti,
porque la vida no retrocede ni se detiene en el ayer.
Tú eres el arco del cual
tus hijos,
como flechas vivas,
son lanzados.
Deja que la inclinación,
en tu mano de arquero,
sea para la felicidad.”
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