“Todo lo que
es valioso para la sociedad humana dependerá de las oportunidades de progreso
que ésta le concede a cada individuo”.
Albert
Einstein (1879
-1955). Científico alemán. Premio Nobel de Física (1921).
REFLEXIÓN: Los
problemas y tensiones, cada vez más comunes y frecuentes, en las sociedades
humanas parecen directamente relacionados con el crecimiento de brechas y
ampliación de desigualdades, entre los individuos que las componen. En una era
del conocimiento, como la actual, uno de los objetivos del estado y de todas
las instituciones de la sociedad, debe ser que el conocimiento se distribuya
equitativamente entre todos sus miembros, para que éste se refleje en igualdad
de oportunidades para cada uno de ellos.
La educación y
el conocimiento, son elementos vitales para la construcción de una sociedad
basada en principios, valores, el bien común y la dignidad de todo ser humano.
No visualizar el tema desde esta perspectiva, significa brindar espacio a
la ignorancia para que pueda ser utilizada en beneficio de unos pocos y en
perjuicio de muchos. El Libertador Simón Bolívar, afirmo de manera rotunda y categórica,
que “un pueblo ignorante es instrumento ciego de su propia destrucción".
El gran
filósofo chino Confucio concluía que: “Donde hay educación
no hay distinción de clases”. La realidad es que no se trata solo de ofrecer
oportunidades para que las personas se formen en oficios, porque aunque los oficios brinden oportunidades de trabajo, solo les permitirán vivir y algunas veces
apenas sobrevivir. Los oficios son un complemento, pero no contribuyen a romper
el círculo de la pobreza, que requiere el manejo de otros conocimientos, ideas
y conceptos, para que las personas puedan administrar, orientar y dirigir sus
vidas de manera más armónica y equilibrada, conscientes de ser parte de una
sociedad, aprendiendo a priorizar y enfocar esfuerzos, generando compromiso y
la actitud requerida para lograr enfocarse, no solo en el presente sino
también en construir futuro.
Las sociedades
no se crearon para simplemente vivir, sino para vivir felices, fueron palabras
del filósofo griego Aristóteles. El estado –por su parte- debe
conducirse, decía Confucio, como se conduce a la familia, con autoridad,
competencia y buen ejemplo.
Reconocía,
quien fue Premio Nobel de la Paz y Presidente Egipcio, Anwar el-Sadat, que “Puede haber esperanza únicamente
para una sociedad que actúe como una gran familia, no como muchas familias
separadas”. La sociedad sería una cosa hermosa si se interesaran los unos por
los otros, eran palabras del escritor francés Sébastien-Roch Nicolas
(Chamfort).
Parecen
existir un par de pasos básicos para resolver muchos de los problemas sociales
de ayer, hoy y siempre; el primero de estos pasos, que seamos como dijo, Mahatma Gandhi,“El cambio que queremos ver en el mundo”,
que comencemos por cambiar y mejorar cada uno de nosotros como seres humanos,
antes de pretender que otros lo hagan; y el segundo, tener siempre
presente el principio moral de la Regla de Oro, que nos invita a tratar a los
demás como queremos que nos traten a nosotros y no hacer a los demás lo que no
queremos que nos hagan a nosotros. Estos simples pasos, de una vieja fórmula,
practicados cada día y unidos a la oportunidad de educarse y conocer,
quitando espacios a la ignorancia, permitirán tomar el camino requerido para
superar parte de los problemas de la sociedad en nuestros tiempos.
¡Feliz Día!
Miguel A.
Terán
Twitter: @MiguelATeranO
Nota: Foto
ilustrativa extraída de la Web.
Saludos.
ResponderEliminarCito una parte de tu escrito, que corresponde al deber ser, pero que en oportunidades, tal como mencionas, no le conviene a grupos sociales y gubernamentales.
"La educación y el conocimiento, son elementos vitales para la construcción de una sociedad basada en principios, valores, el bien común y la dignidad de todo ser humano. No visualizar el tema desde esta perspectiva, significa brindar espacio a la ignorancia para que pueda ser utilizada en beneficio de unos pocos y en perjuicio de muchos. El Libertador Simón Bolívar, afirmo de manera rotunda y categórica, que “un pueblo ignorante es instrumento ciego de su propia destrucción".
Y esto es como para mantenerlo presente día a día:
"Reconocía, quien fue Premio Nobel de la Paz y Presidente Egipcio, Anwar el-Sadat, que “Puede haber esperanza únicamente para una sociedad que actúe como una gran familia, no como muchas familias separadas”. La sociedad sería una cosa hermosa si se interesaran los unos por los otros, eran palabras del escritor francés Sébastien-Roch Nicolas (Chamfort)."
Gracias, Miguel; muy buen enfoque.