“La
preocupación es como una silla mecedora; te mantiene ocupado pero no te lleva a
ninguna parte”.
Autor Anónimo
REFLEXIÓN: Si las preocupaciones nos llevan a la acción, entonces, bienvenidas; por el contrario, si simplemente nos angustian, son una pésima opción. Cuando giramos en círculos sobre los problemas, sin encontrarles solución, éstos continuarán creciendo –tal vez- al mismo ritmo que nuestra preocupación y consecuente angustia.
Muchas
preocupaciones del ayer no llegaron a hacerse problemas en el hoy, pero con
seguridad si nos desgastaron o robaron tiempo en ese ayer. Hoy día, ya debemos
saber si se convirtieron en realidad o solo fueron preocupaciones. En todo
caso, si nos dedicamos a atacar y resolver, desde la raíz, las posibles causas
de algunos potenciales problemas, es muy probable que los resolvamos antes de
que lleguen a hacerse realidad el día de mañana.
La
preocupación adecuadamente enfocada debe llevarnos a planificar acciones para
enfrentar y resolver los problemas que nos amenazan. Las usuales opciones son
luchar o huir del problema, aunque en oportunidades la opción de huir podría
solo dejar al problema creciendo y solidificándose; para encontrarlo, más
temprano que tarde, difícil de resolver.
La
superficialidad con la que vemos a otras personas, tomando como referencia solo
lo material o lo visible, nos hace considerar que no tienen problemas, en
algunos casos hasta podrían ser fuente de envidia. Sin embargo, Pietro Metastasio el poeta italiano del siglo XVII,
consideraba que si las preocupaciones de las personas se leyeran escritas
sobre la frente de éstas, muchas personas nos causarían lástima en vez de
envidia. Un proverbio inglés nos dice “Caras vemos corazones no sabemos”.
Hay personas
que les gusta hacer una permanentemente “Celebración” con sus problemas, para exponerlos
cada vez que pueden entre sus amistades. Algunas veces el argumento utilizado,
para justificar sus problemas, es la falta de tiempo para resolverlos;
por ello, parece ser muy cierta la expresión de que “Nadie está tan ocupado
como para no encontrar tiempo para contarle a todo el mundo lo ocupado que
está”.
Cuando los
problemas se han convertido en realidad, entonces, «No te preocupes, y
ocúpate». La escritora holandesa Corrie Ten Boom, reconocida por brindar refugio
a los perseguidos por el régimen nazi durante el holocausto, planteaba que “La
preocupación no elimina el dolor del mañana, sino que elimina la fuerza de
hoy”, al desgastarnos rumiando el problema. Así que ¡A levantarnos de la
mecedora!, porque allí no está la solución.
¡Feliz Día!
Miguel A.
Terán
Twitter: @MiguelATeranO
Foto
ilustrativa extraída de la Web.
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