“El saber es
la única propiedad que no puede perderse”.
Bias
de Priene (Siglo VI
A.C.) Uno de los siete sabios de Grecia.
https://www.youtube.com/watch?v=T3IeEQMywLQ |
REFLEXIÓN: Al
profundizar en el conocimiento, el saber y la reflexión nos acercamos a la
sabiduría, aunque en realidad la sabiduría es algo distinto porque está en una
instancia muy superior. En ese mismo orden de ideas, la profesora de arte
clásico inglés Sorcha
Carey expresó que no
debemos confundir nunca el conocimiento con la sabiduría, porque el primero nos
sirve para ganarnos la vida, mientras que la sabiduría nos ayuda a vivir.
Desde los
niveles más básicos, elementales y simples, el conocimiento y el saber
que poseemos nos pertenece. Podemos perder todo lo material en cualquiera
de las circunstancias y vicisitudes de la vida, pero nunca perderemos lo que
conocemos o sabemos. Algo muy distinto es cambiar o modificar ese conocimiento
y saber, en razón de la adquisición de nuevas experiencias, reflexiones y
aprendizajes.
La
pérdida más común del conocimiento es por obsolescencia, porque éste
envejece por falta de actualización, lo cual ocurre con más frecuencia en las
ciencias y tecnología. Aunque es un hecho real que hemos observado grandes
cambios en la dinámica humana y social, no deja de causarnos sorpresa la
permanente vigencia de palabras y mensajes de sabios y filósofos expresados
hace 25 siglos, referentes a la naturaleza humana y social.
En un afiche
con una foto tomada en los primeros años de la década de 1930, aparece el
científico Albert
Einstein acompañado
de una pequeña maleta, parado en una estación de tren al llegar como emigrante
a los Estados Unidos, luego de abandonar su Alemania natal. La
leyenda del afiche decía “Un emigrante no llega con las manos vacías”. Este
individuo muy poco traería en su pequeña maleta, le habían quitado todo; más
sin embargo, con lo que traía en su cerebro era suficiente para
transformar el mundo. Con poco más de 50 años de edad había perdido todo lo
material, pero no había perdido sus conocimientos y saberes, los cuales
continúan nutriendo al mundo.
Sin pensar que
este ejemplo es un extremo, lo cierto parece ser que todo lo que tenemos fuera
de nosotros es posible perderlo, las crisis económicas, políticas, sociales,
familiares y personales así lo han ratificado en el tiempo. Por el
contrario, lo que conocemos y llevamos dentro de nosotros es factible
replicarlo en otros contextos, momentos y lugares, si tenemos la sabiduría para
entender y combinar la cultura, variables y factores de una particular coyuntura.
El poeta y
pensador del imperio romano Juvenal reconocía que “Todos desean saber, pero
pocos están dispuestos a realizar el esfuerzo requerido para lograrlo”. Por su
parte Benjamin
Franklin, uno de los
Padres Fundadores de los Estados Unidos, planteaba que invertir en
conocimientos produce siempre los mejores beneficios. En resumen, parece un
hecho real que el conocimiento y el saber serán nuestras más valiosas,
auténticas y duraderas fortunas para transitar por la vida.
¡Feliz Día!
Miguel A.
Terán
Twitter:
@MiguelATeranO
Nota: Foto
ilustrativa extraída de la Web.
Excelente pensamiento y reflexion, importante la diferencia entre conocimiento y sabiduría, sin desperdicio lo que expresaron los grandes pensadores y cientificos de la humanidad. Gracias Miguel feliz dia
ResponderEliminar