martes, 1 de marzo de 2016

En una cultura que solo valora los logros, valdría la pena preguntarse: ¿Qué pretendemos lograr al final de todos esos logros? Miguel A. Terán

En una cultura que solo valora los logros, valdría la pena preguntarse: ¿Qué pretendemos lograr al final de todos esos logros?
Miguel A. Terán

Parece válido comenzar nuestro artículo de hoy con la reflexión de un autor anónimo, quien expresó “Primero me moría por terminar el bachillerato para empezar la universidad. Y luego me moría por terminar la universidad y empezar a trabajar. Y luego me moría por casarme y tener niños. Y luego me moría para que mis niños crecieran y fueran a la escuela. Y luego me moría por retirarme, para no volver a trabajar. Y ahora, me estoy muriendo y de repente me doy cuenta que me olvidé de vivir”.

Definitivamente, para hacer cualquier recorrido requerimos saber en qué lugar estamos y para qué lugar vamos. Sin embargo, en muchos momentos de la vida nos preocupamos más por iniciar el trayecto que por tener claro hasta dónde queremos llegar, de manera tal que corremos el riesgo de nunca detenernos, porque no tenemos una meta definida.

Nos preocupamos más, como refería el orador estadounidense Stephen Covey, por llevar un cronómetro en la mano, que por disponer de una brújula o GPS, en terminología de estos tiempos. El resultado es que brindamos más atención a la velocidad que a la dirección o ruta y, muchas personas, luego de toda una vida recorrida terminan por comprender que tomaron una ruta errónea. Un sabio proverbio alemán expresa  “Qué sentido tiene correr cuando estamos en la carretera equivocada”.

Partir en busca de logros que nos lleven en camino al ansiado “éxito”, sin definir previamente ¿Qué es éxito?, es un gran riesgo, porque puede llevarnos de logro en logro, sin darnos cuenta ni mucho menos reconocerlo, que la continua búsqueda de logros puede convertirnos en insaciables, sin tiempo para disfrutar, valorar ni agradecer. Expresaba el pensador estadounidense Ralph Waldo Emerson que “El éxito consiste en obtener lo que se desea. La felicidad, en disfrutar de lo que se obtiene”.

En la obra de literatura “Alicia en el país de las Maravillas”, Alicia preguntó al gato “¿Podrías decirme, por favor, qué camino debo seguir para salir de aquí?” –“Esto depende en gran parte del sitio al que quieras llegar” - respondió el Gato – “No me importa mucho el sitio” -dijo Alicia – “Entonces tampoco importa mucho el camino que tomes” - dijo el Gato. Al transitar en busca de logros, muchas veces olvidamos el camino que inicialmente soñamos.

La famosa expresión “Carrera de Ratas”, utilizada por el autor estadounidense Robert T. Kiyosaky hace referencia -por analogía- a ese esfuerzo inútil, en el cual tratamos de  incrementar nuestros ingresos y la posesión de cosas materiales, sin reconocer que es “girar en la rueda” donde nunca llegamos y de donde no será fácil salir, porque no hemos definido previamente la meta final.

Algunas veces ese inacabable camino al éxito, nos transforma en algo que nunca pensamos llegar a ser, al respecto el autor y orador motivacional estadounidense Jim Rohn, nos decía que “La pregunta más importante en las diferentes etapas de nuestra vida, no es ¿Qué estoy consiguiendo?, sino ¿En qué me estoy convirtiendo?”. El fallecido actor estadounidense Robin Williams consideraba que "La cocaína es la manera que tiene Dios de decirte que estás ganando demasiado dinero".

Algunas veces llevamos la búsqueda más allá de razonables límites, hasta ese lugar donde los logros y triunfos parciales nos enceguecen, llenándonos de ego, soberbia y arrogancia, razones por las cuales nos escuchamos solo a nosotros mismos o aquellos –que por variadas razones-  se convierten en nuestro eco. Quizá por ello el escritor y crítico francés Jean Cocteau, expresaba: “Hay que saber dónde está el límite para poder llegar”.

02 de Marzo de 2016.

Miguel A. Terán
Psicología, filosofía y coaching.

Twitter: @MiguelATeranO
Nota: imagen extraída de la web
Referencias: Tomadas de Wikipedia + RAE (Diccionario de la Real Academia de la Lengua Española.


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