“La ociosidad camina con tanta lentitud, que todos
los vicios la alcanzan”.
Benjamin Franklin (1706-1790). Estadista y
científico estadounidense.
REFLEXIÓN: El diccionario describe como similares
ocio y tiempo libre. Por el contrario, la palabra ocioso, tiene cierto matiz
despectivo al referirse a algo inútil, sin fruto, sin provecho. Ésta definición
negativa de ocio parece prevalecer desde algunos siglos atrás, donde el
ocio - bajo esta perspectiva- ha sido considerado lo contrario al trabajo.
El filósofo, matemático, escritor y Premio Nobel
de Literatura (1950) Bertrand Russell, planteaba que “El ocio no es hacer nada.
Es tiempo libre para hacer cualquier cosa”. Sin embargo, lo lógico parece ser
que el tiempo de ocio o libre aparezca una vez hayamos cumplido nuestras
actividades y responsabilidades de trabajo, familiares, estudio y sociales. No
hace sentido despilfarrar el tiempo libre, convirtiéndolo en ese ocio
improductivo, al dedicar exageradas horas a ver televisión, en internet o
en las redes sociales, durmiendo más de lo necesario u otras actividad
improductiva, cuando –puntualmente - requerimos ese tiempo para estudiar
o trabajar en busca de mejores condiciones profesionales, laborales y
económicas.
A diferencia del tiempo de trabajo o de
responsabilidades y obligaciones familiares, educativas y sociales, el tiempo
de ocio debe ser voluntario y discrecional. Este tiempo no necesariamente es
improductivo, porque podemos sentir placer y disfrute dedicados a estudiar,
formarnos o desarrollar alguna actividad que – incluso como hobby o
diversión - puede dar beneficios y resultados más adelante. El tiempo libre o
de ocio adecuadamente canalizado pueden llegar a producir beneficios económicos
y sociales. El deporte y cultura para muchas personas son parte del uso útil
que se le puede dar al ocio.
El poeta
y dramaturgo alemán Goethe, algo más de dos siglos atrás, afirmaba que “Una
vida ociosa es una muerte anticipada”; por supuesto, que esta frase parte
del principio de ese ocio conceptualizado como inútil y dañino. Aunque parece
innegable, que una vida carente de sentido y contenido, además de ser una forma
de morir, con seguridad estará compuesta de ese ocio inútil, sin fruto ni
provecho.
El ocio también se puede utilizar de forma nociva
cuando lo dedicamos a vicios, por ejemplo consumo de drogas o cualquier otra
actividad que de alguna manera llegue a dominarnos y esclavizarnos, como por
ejemplo el uso de tecnologías en nuestra época, que roban el tiempo que
deberíamos utilizar al sano descanso, la vida familiar, la reflexión, el
crecimiento y formación personal o profesional, entre otros.
El ocio –adecuadamente entendido- tiene como función
dar equilibrio a nuestra vida, permitiendo espacios y tiempos para nutrir
nuestra mente, corazón y espíritu. Aunque paradójicamente, esa falta de tiempo
o el inadecuado uso del mismo, impide que la persona lleve una vida armónica,
balanceada y equilibrada entre los diferentes aspectos de familia, pareja,
estudios y desarrollo, salud, sociedad, etcétera, lo cual afecta al individuo
mismo, las familias y comunidades.
Dos milenios atrás la sociedad griega valoraba el
tiempo de ocio, como tiempo de descanso, creador, de recreo o diversión;
mientras que con la llegada de la era industrial, el tiempo de ocio o libre
comenzó a satanizarse, al verse, interpretarse y conceptualizarse como algo
malo. No obstante, hasta apenas algunos siglos atrás el ocio era una
prerrogativa o privilegio de ciertas clases sociales, por lo cual solo podían
disponer de tiempo de ocio los individuos de la nobleza o de clases pudientes.
Una condición básica para el ocio es la libertad,
por tanto a los esclavos de cualquier época no les estaba permitido tener
tiempo de ocio. Tristemente, hoy día, el tiempo que pudiera dedicarse al ocio
es tomado para producir mayores ingresos económicos, que han venido eliminando
las horas libres, para cubrir los gastos que “exigidos” por una sociedad
de consumo, surgiendo un nuevo tipo de esclavitud, que impide disfrutar de
tiempo libre o de ocio.
La calidad de vida en estos tiempos tiene estrecha
relación con la cantidad de tiempo libre y el efectivo uso que damos a este
tiempo. Es importante disponer de tiempo para compartir en familia, descansar,
divertirnos, reflexionar, hacer ejercicio, disfrutar un hobby o participar en
actividades sociales y comunitarias, como única opción para alcanzar esa vida
armónica, balanceada y equilibrada necesaria para llegar a ser individuos
integrales y felices.
Miguel A. Terán
Twitter: @MiguelATeranO
Nota: imagen extraída de la web
Referencias: Tomadas de Wikipedia.
Si te ha gustado esta reflexión, DALE ME GUSTA
(LIKE) en las redes y COMPÁRTELA. Un buen mensaje toma valor y fuerza en
la medida que se transmite a mayor número de personas. Si cada uno de nosotros
reflexiona y cambia para mejor, todo cambiará para mejor.
“Sueña, vive, reflexiona, aprende, ayuda y ora”.
En estos momentos necesito tiempo de ocio (positivo) o tiempo libre jejejeje, es necesario como explicas en la reflexión tiempo para descansar, disfrutar en familia, hacer deporte, sembrar un árbol, etc; si no lo hacemos entonces no habrá un equilibrio sano en nuestra vida. Gracias Miguel
ResponderEliminar