"Las crisis pulen tu vida. En ellas descubres
lo que realmente eres".
Dr. Allan K. Chalmers. Pastor estadounidense.
REFLEXIÓN: Una crisis ocurre durante algún
período, momento o situación en la cual lo que era normal o parecía normal, se
desajusta o desestabiliza, desequilibrando el “status quo” o “estado del
momento actual”, ocasionando dificultades o trastornos en la persona o su
contexto que promueven la necesidad de cambio.
Esos cambios ocurridos durante los períodos de
crisis son inciertos en cuanto a la posibilidad o no de hacerse reversibles a
mediano o largo plazo y, en algunos casos, por el contrario pueden
hacerse extensos o permanentes en el tiempo.
Algunas crisis traen cambios traumáticos para
personas y sociedades, al desestabilizar el aparente equilibrio de la
persona o sociedad. Las crisis pueden afectarnos en diferentes aspectos
-directos o indirectos- entre ellos, personales, familiares, sociales,
laborales, económicos, políticos, etcétera.
Albert Einstein valoraba la crisis afirmando que
“Sin crisis no hay desafíos, sin desafíos la vida es una rutina, una lenta
agonía. Sin crisis no hay méritos”. Sin embargo, para muchos otros –quizá la
mayoría- la crisis representa un trauma, porque –literalmente- les “saca” de su
nivel de comodidad o confort.
El escritor de autoayuda y superación, el
estadounidense Napoleón Hill, autor del famoso libro “Piense y hágase rico”
planteaba que “Uno de los caprichos de la oportunidad es el curioso hábito de
aparecer por la puerta de atrás, y a menudo viene disimulada con la forma del
infortunio, o de la frustración temporal. Tal vez por eso hay tanta gente que no
consigue reconocerla”.
Más allá de algunas discusiones lingüísticas
parece hacer sentido la referencia que realizó el Presidente estadounidense
John F. Kennedy, referente a que en el idioma chino se utilizan dos caracteres
para escribir la palabra “crisis”. Uno de esos caracteres significa
“peligro”, el otro “oportunidad”. En una crisis debemos tomar conciencia del
peligro, pero reconocer la oportunidad, concluía Kennedy.
Las crisis no son para llorar, tampoco son para
tomar una posición oportunista, pero si requieren reflexionar acerca de sus
raíces y causas, para obtener aprendizajes que ayuden a disminuir su impacto y
alcanzar auténticas soluciones, canalizando los cambios requeridos para evitar
que se repitan en el futuro.
En los momentos de crisis, la famosa frase del
empresario estadounidense Henry Ford, toma vigencia: "La mayoría de las
personas gastan más tiempo y energías en hablar de los problemas que en
afrontarlos”. Por su parte, el político y estadista británico Sir Winston
Churchill, decía que “Un optimista ve una oportunidad en toda calamidad, un
pesimista ve una calamidad en toda oportunidad”.
La crisis es una excelente oportunidad para
transformarnos, procurando cambiar todo lo que hemos hecho mal y reconociendo
nuestras habilidades, competencias, potencialidades y oportunidades de
mejora. Desgraciadamente, es poco probable que se den cambios a menos que
entendamos los problemas y su profundidad, reconociendo que estamos en algún
momento o circunstancia crítica y que necesitamos cambiar para superarla
y sobrevivir.
Lo cierto parece ser, como dice el viejo refrán,
que “La oportunidad no toca dos veces a la misma puerta”. Las crisis son
evitables, pero al permanecer encerrados en nosotros mismos, en nuestro
reducido contexto y guiados por nuestras creencias y paradigmas, corremos el
riesgo de olvidar que somos seres humanos y sociales.
Miguel A. Terán
Twitter: @MiguelATeranO
Nota: imagen extraída de la web
Referencias: Tomadas de Wikipedia.
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la medida que se transmite a mayor número de personas. Si cada uno de nosotros
reflexiona y cambia para mejor, todo cambiará para mejor.
“Sueña, vive, reflexiona, aprende, ayuda y ora”.
muy bueno
ResponderEliminarSuper oportuno!, Gracias Miguel lo comparto en mi face!!
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