En este nuevo año, desarrollemos nueva conciencia,
actitud, hábitos y acciones, para alcanzar nuevas oportunidades.
Miguel A. Terán
“Si buscas resultados distintos, no hagas siempre lo mismo”, fue un sabio consejo del genio de Albert Einstein. Sin pretender interpretar estas palabras de Einstein, como una alternativa para desistir y derrotarnos en aquellos propósitos que representan aspectos vitales en nuestras prioridades de vida, es un hecho que muchos hábitos construyen parte importante de nuestro fracaso. Tengamos presente que lo que sembremos hoy lo recogeremos mañana.
La forma en que damos sentido a nuestro tiempo de vida parece una actitud básica para lograr avances, pero previamente debemos preguntarnos hacia dónde queremos dirigirnos. Es un hecho que muchos individuos corren con un cronómetro en la mano, pero no se han cerciorado -previamente- acerca de ir en la dirección correcta.
Para muchos dar vuelta atrás no es fácil, una vez
transcurrido el tiempo, porque han venido incrementando sus respectivos niveles
de vida o de confort, hasta ser atrapados por un estilo de vida difícil de
cortar, pero que a mediano y largo plazo deteriorará calidad de sus vidas.
Epicuro de Samos, el filósofo ateniense, afirmaba que “Ningún insensato se
conforma con lo que tiene, sino que se atormenta más con lo que no posee”.
En estos individuos la profunda sed de algo más,
refiere la filósofa estadounidense M. M. Kirsch, de ese “algo” que falta en sus
vidas, los lleva a su psicoterapeuta, desencadena en ellos crisis de mediana
edad y disuelve matrimonios. Parece un hecho que el “éxito” es efímero o de
corta duración cuando su búsqueda nos lleva por otros rumbos, convirtiéndonos
en seres desconocidos, inclusive para nosotros mismos.
Tengamos siempre presente que para alcanzar una
buena vida debemos comenzar por definir nuestro personal y particular concepto
de la felicidad, siendo cuidadosos de no comprar conceptos ajenos. Al final,
para conservar nuestra paz interior, requeriremos un sentido de propósito en la
vida. "Algún día en cualquier parte, en cualquier lugar indefectiblemente
–sin escapatoria- te encontrarás a ti mismo, y ésa, solo ésa, puede ser la más
feliz o la más amarga de tus horas", nos dijo el poeta chileno Pablo
Neruda.
Vive tu presente, no caigas en la trampa del
pasado que nos llena de reproches o dolores, ni te dejes atrapar en las
angustias del futuro; pero sobre todo, no permitas que nadie ni nada te robe la
paz. Perder la paz es perderlo todo, no hay éxito ni triunfo auténtico sin paz.
Por ello, no transites por la vida asumiendo continuas batallas. “Sé selectivo
en tus batallas, a veces tener paz es mejor que tener razón”, expresó un autor
anónimo. Recuerda que la inteligencia te hace ganar
batallas, pero la sabiduría evita que la tengas.
Hagamos un genuino esfuerzo por controlar nuestro
ego, porque ese particular espécimen, nos aleja de todas la verdades,
llevándonos a inventar una realidad en la cual quedamos prisioneros. Es
interesante considerar las palabras de la escritora estadounidense Anaïs Nin,
cuando dijo: “No vemos jamás las cosas tal cual son, las vemos tal cual somos”.
Un ambiente o entorno en continuo cambio requiere
que consideremos y desarrollemos nuevas habilidades, no solo para adaptarnos,
sino para aprovechar y buscar otras alternativas y oportunidades. Debemos
re-inventarnos, cambiar de espacio, modificar expectativas, reconsiderar
prioridades, buscar armonía, balance y equilibrio entre los diferentes aspectos
de nuestra vida.
Muchas circunstancias son convertidas en problemas
porque las sobre-dimensionamos y las comparamos con nuestros escasos recursos,
aunque esto último es solo resultado de la limitada percepción de todo nuestro
potencial.
Es importante considerar la necesidad de ser una
voz individual y no solo un eco social, retomando el reto de ser un individuo y
no solo parte de un rebaño. Parafraseando al psicólogo y psicoterapeuta
venezolano, Dr. Manuel Barroso, debemos lograr conciencia de los
aprendizajes que necesitamos alcanzar, crecer en la vida interior, en contactos
nutritivos y en comunicación efectiva.
Para lograr ser, no solo parte de la sociedad,
sino aportar a ésta, es necesario considerar en nuestras acciones el mensaje
del filósofo y Miembro del Comité Nacional de Ética de Francia, André
Comte-Sponeville, quien dijo: “¿Quieres saber si tal o cual acción es buena o
condenable? Pregúntate: ¿Qué ocurriría sí todos se comportaran como tú?”.
Dejemos atrás odios, comencemos un nuevo año
sin esa pesada carga que nos impide avanzar, cambiar y transformarnos.
Recordemos que olvidar y perdonar benefician más a quien olvida y perdona que a
aquel que hemos olvidado y perdonado.
Entonces, en vez de agregar un nuevo año a nuestra
vida, agreguemos nuevas perspectivas que nos lleven a transitar otros caminos,
asumir diferentes retos y emprender nuevas acciones.
11 de Enero de 2016.
Miguel A. Terán
Psicología, filosofía y coaching.
Blog: www. miguelterancoach.blogspot.com
Twitter: @MiguelATeranO
Nota: imagen extraída de la web
Referencias: Tomadas de Wikipedia + RAE
(Diccionario de la Real Academia de la Lengua Española
Excelen!, saludos Miguel, exitos y salud para el 2016, para ti y tu familia.
ResponderEliminar