Hábitos y pasatiempos tendrán consecuencias
positivas o negativas en nuestro presente y futuro.
Miguel A. Terán
La palabra mágica en nuestra vida siempre será
equilibrio, para no inclinar la balanza hacia el exceso o el defecto en una
alguna actividad, evitando de esa manera el consecuente desbalance. Es
importante comprender que disponemos de 24 horas al día, ni una más ni una
menos, durante las cuales debemos distribuir todas las responsabilidades y
actividades de acuerdo a la prioridad que hemos otorgado a cada una.
Una de las primeras tareas que debemos asignarnos
para tener idea de que tan equilibrada está nuestra vida, es establecer y
llevar un control y registro de las actividades que realizamos a diario, junto
al tiempo dedicado a cada una las mismas, quizá por espacio de una semana de
actividad regular o un poco más de tiempo, para mayor precisión estadística.
Serán muchos quienes, luego de realizar esta
tarea, quedarán sorprendidos con la distribución y uso de su tiempo
diario. Allí aparecerán, mejor definidas que con las palabras, cuáles son
nuestras reales prioridades de vida. Aplicar la misma lección con el uso
de nuestro dinero, también será sorpresa para muchos; para ello, es
recomendable tomar un mes de registro preciso de ingresos y egresos, día a día
sin que se escapen ni los cafés, y allí tendremos una detallada
referencia de nuestros hábitos de gastos y consumo.
Ahora bien, podríamos levantar el dedo acusador y
culpar a quienes poseen hábitos y pasatiempos que se consideren despilfarro de
tiempo “útil” o productivo, quedando siempre la duda de cuál fue el criterio
para definir el tipo de tiempo. Es innegable que para muchos individuos,
especialmente para los jóvenes, ese exceso de música, televisión,
internet, redes y vídeo juegos, representan una forma de escape del mundo real,
cargado de muchas preguntas, pocas respuestas y gran incertidumbre, a un mundo
virtual de aparente y más ligera existencia.
Lo anterior no pretende dar una justificación,
porque al fin y al cabo, el uso que damos a nuestro tiempo definirá nuestros
resultados. Algunos hábitos de vida, no han sido, no son y no serán sanos,
por más que podamos justificarlos con nuestras palabras. Pero con seguridad, y
de eso debemos estar convencidos, más temprano que tarde, recogeremos lo que
sembramos. No será cuestión de buena o mala suerte, será más de hábitos.
Si consideramos nuestra vida un círculo (360°)
dividido en triángulos que representan los diferentes aspectos de la misma,
tales como familia, trabajo, estudio, amistad, sociedad, diversión, deporte,
ocio, espiritualidad, y otros más, esos triángulos tendrán diferente tamaño
dependiendo de la importancia, prioridad y tiempo que otorgamos a cada aspecto.
Entonces, no será posible ampliar el área de
alguno de ellos, otorgando prioridad, importancia y tiempo, sin disminuir el
área de otro u otros. Ese parece un reto continuo en el transcurrir de la vida,
porque los referidos triángulos varían de importancia y tamaño dependiendo de
cada etapa. El problema se hará critico en el tiempo, cuando pasan las etapas
de vida y continuamos conservando desequilibrios, que más adelante serán
irreparables.
Dedicar tiempo y equilibrio a las diferentes áreas permitirá llevar una vida integral, en la cual tendremos espacio
y tiempo hasta para el ocio y los pasatiempos. El reto es evitar que nos
acostumbremos a sacrificar lo que es realmente importante, mientras dedicamos
prioridad y tiempo a lo urgente, intrascendente o banal.
Seremos realmente sabios cuando tomemos conciencia
que la mejor inversión de nuestra vida consiste en alcanzar la armonía, balance
y equilibrio entre nuestro cuerpo, mente, corazón y espíritu, para lograr vivir
en paz y ser felices.
16 de Octubre de 2015.
Miguel A. Terán
Psicología, filosofía y coaching.
Blog: www. miguelterancoach.blogspot.com
Twitter: @MiguelATeranO
Nota: imagen extraída de la web
Referencias: Tomadas de Wikipedia + RAE
(Diccionario de la Real Academia de la Lengua Española.
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