“En vez de maldecir el lugar en el que caíste, deberías buscar aquello que
te hizo resbalar”.
Paulo Coelho (n. 1947). Novelista y dramaturgo brasileño.
Reflexión: Una de las fórmulas más
comunes de proceder ante los errores es buscar culpables y descargar nuestro
malestar o ira contra ellos. Colocar en otro, llámese persona, objeto, evento o
circunstancia, la culpa de mi experiencia y mis errores, ha sido práctica común
de muchos individuos, quizá desde el inicio de los tiempos. Hace casi
cuatrocientos años, el escritor español Baltasar Gracián, decía “Errar es
humano, pero más lo es culpar de ello a otros”.
Dedicarnos a rumiar, justificar o excusarnos de lo ocurrido sin reconocer
nuestra alícuota de culpa en la caída, prácticamente nos garantiza que vendrán
nuevas caídas. El filósofo chino Confucio reconocía que “Quien ha cometido un
error y no lo corrige, comete otro error mayor”.
Es también importante no equivocarnos al intentar buscar solo el error del
momento, por ejemplo, quedar satisfechos al reconocer que algún
“inconsciente” lanzó algo al piso y por
ello nos caímos. “La verdad verdadera” valga la redundancia o la real causa de la caída obedeció a que
caminábamos distraídos, aunque podría ser innegable que había algo en el piso.
Lo cierto es que caminar con la debida atención está bajo nuestro control,
evitar que alguien lance algo al piso no siempre lo estará.
Parecería lógico aprender de los errores, pero no siempre es así, por
múltiples y diversas razones. El estadista y político británico Sir Winston
Churchill afirmaba: “Me gustaría vivir eternamente, por lo menos para ver cómo
en cien años las personas cometen los mismos errores que yo”.
Escribir la Reflexión del Día exige revisar innumerables citas,
pensamientos, refranes y frases de
variados autores, algunas de ellas escritas o expresadas hace siglos y hasta
milenios, lo cual ratifica las palabras
de Churchill, porque mucho de lo que han explicado grandes pensadores a través
del tiempo, aún no ha sido debidamente entendido por las nuevas generaciones.
En una perspectiva menos critica del error, el escritor estadounidense
Richard Bach, planteaba que “No hay errores. Los acontecimientos que atraemos
hacia nosotros, por desagradables que sean, son necesarios para aprender lo que
necesitamos aprender; todos los pasos que damos son necesarios para llegar
adonde hemos escogido”. Casi en similar orden de ideas, el escritor Mario Benedetti,
afirmaba que “La perfección es una pulida colección de errores”.
No debemos lamentarnos de nuestros errores, dice el empresario Bill Gates,
sino aprender de ellos. La idea es no
repetirlos. Pero es clave reconocer y aceptar que los cometimos, por cualquier
razón, para poder corregir. Negar nuestros errores es condenarnos a cometerlos
de nuevo. Recordemos que la vida es tan buena maestra, que la lección que no
aprendemos, nos la repetirá hasta que lo logremos o hasta el final de nuestros
días.
Miguel A. Terán
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Nota: imagen extraída de la web
Referencias: Tomadas de Wikipedia.
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nosotros reflexiona y cambia para mejor, todo cambiará para mejor.
“Sueña, vive, reflexiona, aprende, ayuda y ora”.
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