Si
sembramos tomates no podemos esperar recoger una cosecha de pimentones, la
naturaleza es sabia y clara, no hay confusiones. Sin embargo, en lo humano y social,
ocurre algo diferente con la expectativas del sembrador, cuando éste espera
recoger lo que no sembró. Existe una expresión popular, casi refrán, que nos
recuerda "Quien siembra vientos recoge tempestades".
El
problema es que muchas veces el tiempo transcurrido entre la siembra y la
cosecha, nos hace olvidar lo que sembramos y, por ello, nos sorprendemos cuando
aparece una cosecha inesperada, algunas veces muchos años después. Pero la realidad, es que no hay cosecha
inesperada, sino cosecha sembrada.
La
cosecha no solo debe ser buena para nosotros, sino para nuestro entorno.
Recordemos las palabras de Marco
Aurelio, Emperador Romano, quien afirmaba que nada que no sea bueno para el
panal o la colmena, tampoco es bueno para la abeja.
Por
el contrario, sembrar siempre cosas buenas nos permitirá recoger siempre buenas
cosechas.
Miguel
A. Terán
Blog:
http://miguelterancoach.blogspot.com
Facebook:
https://www.facebook.com/miguelterancoach
Twitter:
@MiguelATeranO
Vídeo:
Tomado de la red
No hay comentarios:
Publicar un comentario