Madre
Teresa de Calcuta (1910 -1997). Monja católica. Premio Nobel de la Paz (1979).
REFLEXIÓN:
El mejor antídoto para críticas y chismes, es estar lo suficientemente ocupado
sin disponer del tiempo requerido para emitirlas, escucharlas y hacernos eco de
las mismas. Cuando alguien lo hace es que tiene tiempo libre, sin saber cómo
utilizarlo productiva y sanamente. Qué mejor manera de ocupar este tiempo que
mejorándonos y superándonos a nosotros mismos, en vez de criticar a otros.
En
todo caso, es válido establecer la diferencia entre una crítica constructiva y
una destructiva, porque hacer un planteamiento crítico, es una cosa, y otra
distinta ser un criticón. En la primera, hay argumentos, interés y una
propuesta de mejora; en la segunda, es una crítica sin argumentos, alternativas
ni opciones de mejora, podemos decir una crítica per se o por sí misma, sin
interés en beneficio de la otra persona, pero sí quizá algo de envidia.
En
la vida hay espacio para todos. La profesora y escritora espiritual estadounidense
Marianne Williamson afirma que “Un
tulipán no trata de impresionar a nadie. No se esfuerza en ser diferente de una
rosa. No tiene que hacerlo. Simplemente es diferente. Y hay sitio en el jardín
para cada una de las flores”. En los humanos las críticas son un reproche a
aquellas cualidades que los demás no tienen, pero que nosotros creemos tener,
nos decía el escritor francés Jules
Renard.
Por
su parte, la escritora británica Mary Anne Evans, utilizando su seudónimo
George Eliot, dijo que “Nunca es demasiado tarde para ser la persona que
podrías haber sido”. En otras palabras, siempre tendremos tiempo para dedicar a
la tarea de superarnos y mejorarnos a nosotros mismos, lo cual nos mantendrá
entretenidos y ocupados evitando estar pendientes de los demás, cuando no sea
para apoyarles y ayudarles.
El
psiquiatra y psicólogo suizo, Carl Jung planteaba que todo lo que nos irrita de
los demás puede llevarnos a un entendimiento de nosotros mismos. En su
sarcástico o irónico humor, el escritor Oscar Wilde, decía: “Resulta de todo
punto monstruosa la forma en que la gente va por ahí hoy en día, criticándote a
tus espaldas por cosas que son absolutamente y completamente ciertas”.
Nos
preguntaba Jesús de Nazaret: ¿Por qué te fijas en la paja que está en el ojo de
tu hermano y no adviertes la viga que está en el tuyo? La respuesta parece haberla
expresado el filósofo griego Epíteto,
cuando planteaba que lo más difícil es conocernos a nosotros mismos;
mientras que lo más fácil es hablar mal de los demás.
La
mejor alternativa para el bienestar y armonía de todos es estar ocupados en
busca de mejorar y ser felices cada día, haciendo de nuestro tiempo algo
productivo para nuestro provecho y en provecho de la comunidad de la cual somos
parte.
¡Feliz
Día y Feliz Semana!
Miguel
A. Terán
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Foto
ilustrativa extraída de la Web.
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