Pensamiento y Reflexión del Día (Martes 20 de Mayo de
2014)
“Enseñar a los niños a contar es bueno, pero enseñarles
lo que realmente cuenta es mejor”.
Bob Talbert (n. 1936). Periodista y editor
estadounidense.
REFLEXIÓN: En nuestra constante búsqueda por lo mejor
para nuestros hijos, nos arriesgamos a darles solo una perspectiva de la vida,
cuando la vida tiene múltiples alternativas, facetas y perspectivas.
Pretendemos dejarles nuestros conceptos de éxito y fracaso, dirigiéndoles
por un camino, que tal vez años después reconozcan que fue la misma senda
equivocada que tomamos nosotros.
Lo cierto parece ser que lo que realmente cuenta en la
vida, no tiene forma de contarse. Nadie puede contar ni cuantificar el amor, el
respeto, la gratitud; y en general, los principios, valores y
virtudes humanas, no son cuantificables. Hasta los momentos ninguna persona
lleva un estado de ganancias y pérdidas que refleje el amor y respeto de su
pareja, sus hijos, etcétera. Referimos la historia de una persona que había
trabajado toda su vida en un cementerio, y comentó, que había vivido muchas
experiencias, pero que nunca había visto un epitafio en alguna tumba
que reflejara el estado financiero del difunto.
El psicólogo y sociólogo Ramón Gallegos, afirma que para
un niño, más que aprender historia, geografía y química, es importante aprender
a ser feliz, aprender a ser optimista, aprender a ser innovador, aprender
meditación y el poder de la gratitud.
Los padres y educadores debemos tener presente, lo ya
expresado en otras reflexiones, que no solo estamos criando ni educando niños,
sino creando a los adultos del mañana, y esta será nuestra huella y legado como
padres y maestros, para bien o para mal.
Uno de los mayores retos que enfrentamos los padres es
ayudar a nuestros hijos a formar su identidad. El escritor y periodista Hodding
Carter hacía referencia que “Solamente dos legados duraderos podemos aspirar a
dejar a nuestros hijos: Uno, raíces; el otro, alas”. Las raíces para que no
olviden sus orígenes, de donde vienen, así como los principios y valores que
deben guiar sus vidas; y las alas, para volar hacia nuevos horizontes o en
búsqueda de nuevos retos y sueños.
En sus vidas contaran principios y valores, porque éstos
serán parte de esas raíces que los mantendrán firmes en momentos de tormentas o
tentaciones. Enseñarles a ser agradecidos con la vida y las personas, les
permitirá disfrutar y valorar lo que son y lo que reciben. Evitando formar
individuos más preocupados por lo que les falta, que por valorar y disfrutar lo
que tienen.
No perdamos nunca nuestro rol de modelos, porque ellos
van a aprender más de lo que hacemos y decimos, en nuestro día a día, que de
cualquier discurso que les demos. Vive, como dijo el escritor H. Jackson Brown, de
tal manera que, cuando tus hijos piensen en justicia, cariño e integridad,
piensen en ti.
En resumen, debemos educarlos para que desde pequeños
conozcan el valor de las cosas y no solo el precio, y que lo
realmente valioso en la vida no tiene una etiqueta de marca o con el precio.
¡Feliz Día!
Miguel A. Terán
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