Pensamiento y Reflexión del Día (Miércoles 23 de
Abril de 2014)
“La mayor parte de los problemas del mundo se
deben a la gente que quiere ser importante”.
T. S. Eliot (1888-1965). Poeta, dramaturgo y
crítico literario.
REFLEXIÓN: Existen dos palabras que confundimos su
significado, importancia y grandeza. La primera, se refiere a superioridad o
nivel, mientras que la segunda, es elevación de espíritu y
excelencia moral. Podemos ser importantes, pero al tener pobres actitudes,
sentimientos, pasiones y conductas, no llegamos a tener grandeza. Por si hay
dudas, alto y grande, tienen también diferente significado. El Papa Francisco
recientemente nos recordó que existen muchos individuos de buenos
modales pero de malas costumbres.
La sensación de importancia puede representar
temor o miedo, que equivocadamente confundimos con respeto, cuando éste último,
el respeto, - en verdad - solo podemos asociarlo a la grandeza de
espíritu de quien lo merece. La importancia puede estar asociada a dinero,
cargos, poder, etcétera, pero el respeto se alcanza de una manera distinta.
La grandeza está en saber reconocer nuestra propia
pequeñez, decía el científico, escritor y filósofo Blaise Pascal. En
un mundo donde nadie es imprescindible, es triste ver personas que aún se creen
importantes. Con el más puro sarcasmo o ironía, alguien dijo, que si deseábamos
ver personas que fueron más importantes que nosotros podríamos visitar un
cementerio.
Recordemos que las personas, cosas o eventos tienen
la importancia que les otorguemos. Si deseamos que alguien o algo pierda
importancia, simplemente dejemos de considerarle importante. Hasta el hecho de
llegar a odiar a una persona es otorgarle mucha importancia.
El escritor francés Joseph Joubert decía que era
muy agradable ser importante, pero es más importante ser agradable. En palabras
del historiador y pensador británico, Thomas Carlyle, nuestra grandeza se
demuestra en el modo en que tratamos a los que son o tienen menos que nosotros.
Sir Winston Churchill, el famoso Primer Ministro
Británico, decía hace sesenta años: “Un problema de nuestra época es que la
gente no quiere ser útil, sino importante”, imaginemos como ha empeorado este
problema luego de todos estos años. Esforcémonos por ser sensibles,
comprometidos y útiles, no por ser importantes.
Miguel A. Terán
¡Feliz Día!
No hay comentarios:
Publicar un comentario