jueves, 25 de agosto de 2022

¿Soy exitoso en lo personal o en lo social? Miguel A. Terán

Artículo Publicado en Los Tiempos Newpaper - Miami, FL.  Agosto 2022

www.miguelterancoach.blogspot.com

www.lidervoice.com

Podríamos considerar que el éxito representa un concepto, definición o percepción muy personal, y eso parecería cierto; sin embargo, es una realidad que el concepto de éxito se nos transmite y forma como parte del ADN cultural. 


Nuestro concepto personal de éxito comienza en la familia y es reforzado o desvirtuado por la sociedad en la cual nacemos o vivimos. El sistema social en su totalidad, desde nuestros hogares y escuelas nos “alfabetiza”, imponiendo su concepto de éxito.

Luego de ese largo proceso de “alfabetización”, existen pocas opciones y probabilidades de cuestionarnos el concepto de éxito que se nos ha implantado. Durante todo nuestro proceso de socialización, la sociedad utiliza diversos medios que -literalmente- nos adoctrinan, para consolidar en nuestras mentes diferentes aspectos asociados con el “éxito” aceptado socialmente.

Sin embargo, el concepto de éxito puede mutar y transformarse con el correr del tiempo debido a nuestra exposición a nuevos lugares, culturas, personas, circunstancias, experiencias, educación y aprendizajes. Tengamos presente que nuestro crecimiento y desarrollo como seres humanos y sociales exige reflexión y cuestionamiento sobre nuestras creencias y paradigmas, como requisito básico para poder abrirnos a la búsqueda de nuevos caminos y horizontes.

Muchos de “nuestros sueños”, que inocentemente los creemos nuestros, han sido previamente envasados por el sistema social, a través de sus herramientas culturales. Entonces, podemos pensar y convencernos que son nuestros sueños, pero no siempre lo son. A veces, como referimos en el párrafo anterior, con el transcurrir del tiempo y el recorrer de nuevos caminos, reconocemos que en algún momento desvirtuamos nuestros propios sueños y nos alineamos a un sueño colectivo, que nos quitó nuestra voz individual y nos convirtió en parte de un eco.


Ello ocurre en todo sistema social, no importa la tendencia cultural, política ni religiosa; ya que, cada sistema para sobrevivir alfabetiza y adoctrina a sus miembros.  El resultado es que podemos vivir una vida circular, recorriendo caminos previamente diseñados.

Quienes buscan continuamente el éxito y pretenden llevar una vida de logros, no se dan cuenta, ni mucho menos reconocen, que caen en una terrible circularidad que los lleva a la insaciable búsqueda de más logros, que unidos a una permanente y continua insatisfacción -resultado de no valorar ni disfrutar lo que ya tienen- pueden convertir sus vidas en algo miserable.  El brillante pensador estadounidense Ralph Waldo Emerson, expresaba que “El éxito consiste en obtener lo que se desea. La felicidad, en disfrutar lo que se obtiene”.

Una de las distorsiones o trampas del éxito es que siempre parece estar ubicado en el futuro; nunca está completo ni satisfecho en el presente. Siempre falta “algo” para alcanzarlo; “algo” por hacer que es escurridizo. El otro lado de esta historia es cuando reconocemos que el éxito existió o fue realidad en el pasado, y ello significa que está ausente en el presente y parece tener pocas oportunidades de volver a ser realidad en el futuro, y es a partir de allí que nuestra conversación se llena de “yo tuve o yo fui” o “nosotros tuvimos o fuimos”.

Las medidas tradicionales del éxito basadas en dinero, posesiones, poder, prestigio, relaciones, estatus, reconocimiento y trofeos de todo tipo, terminan engañándonos al convencer a nuestro ego que ese es el camino correcto, aunque no siempre lo es. Hacemos y acumulamos, pero nos olvidamos de saborear y disfrutar el resultado de nuestros esfuerzos y logros por estar enfocados en hacer y buscar siempre más.

El éxito no necesariamente nos lleva a la felicidad. Altos niveles de comodidad y de seguridad económica, estatus y pertenencia, definitivamente nos permitirán disfrutar de bienestar y confort, pero a pesar de ello, muchos individuos en esa condición siguen experimentando un profundo vacío existencial en sus vidas. Decía el novelista estadounidense, Channing Pollock, que “La felicidad es una estación de parada en el camino entre lo demasiado y lo muy poco”.

El consumo de drogas y los suicidios de personas de “éxito”, actos que parecen representar escapes, deben poner en duda nuestra referencia de las bondades del éxito; ya que, ¿Quién querrá escapar de algo que es “tan bueno”?

Para lograr el éxito y poder disfrutarlo requerimos primeramente definirlo, ya que ¿Cómo saber cuándo alcanzamos el éxito sino lo hemos definido previamente? y ¿Cómo saber que ya es el momento de detener su búsqueda? No definir previamente qué es el éxito hará que buscarlo se convierta en una actividad sin fin, infinita o en una utopía. Para muchos, tristemente, eso es el éxito, algo por alcanzar. La búsqueda ilimitada e insaciable del éxito, en algún momento hará de éste y de nuestra vida un gran fracaso.

La vida se nos va trabajando y esforzándonos para conseguir ese indefinido éxito. En innumerables oportunidades, ocurre que no solo nos dedicamos a buscarlo, sino a cuidar, proteger y atesorar lo que con “éxito” hemos conseguido, convirtiéndonos en prisioneros de nuestros logros. Parece paradójico, pero ocurre que a mayor “éxito” mayores temores y miedos

Tengamos presente que un éxito que nos quite o robe nuestra paz interior, no puede ser considerado éxito.  El éxito no debe ser un fin en sí mismo, sino simplemente «un medio para» alcanzar una vida armónica, balanceada y equilibrada en todos los aspectos.

6 comentarios:

  1. Como de costumbre, muy bueno tu artículo querido Miguel. El éxito y la felicidad siempre serán temas interesantes de abordar. Ambos son muy subjetivos y en ambos la actitud juega un papel, desde mi juicio, preponderante. Saludos!!

    ResponderEliminar
    Respuestas
    1. Gracias por comentar. Me alegra que haya sido de interés el artículo.

      Eliminar
  2. Mí querido amigo Miguel, como de costumbre, acertado y equilibrado en los planteamientos, que invitan a cada uno a la reflexión. Saludos y Gracias

    ResponderEliminar
    Respuestas
    1. Amigo Miguel, ésto es muy cierto, pues todo Exito que no robe o nos quite la Paz interior no podemos llamarlos EXITOS

      Eliminar
    2. Gracias por el comantario. Me alegra que haya sido de interés.

      Eliminar
    3. Gracias por comentar. Me alegra que haya sido de interés el artículo.

      Eliminar