jueves, 13 de junio de 2019

Respetemos los diferentes puntos de vista y opiniones. Miguel A. Terán


Artículo publicado en Los Tiempos Newspaper - Miami. Edición de Mayo 2019
El respeto es un valor y esencia clave para las relaciones humanas en todos los ámbitos. Al respetar estamos valorando y considerando la dignidad del otro, aceptando y tolerando las diferencias. El respeto debe estar siempre acompañado de la amabilidad y la cortesía, y su cumplimiento genera un ambiente de cordialidad, convivencia, seguridad y -sobre todo- paz.  
Pretender llevar al extremo “nuestros derechos” e individualidad atenta contra el debido respeto, ya que es probable que ello nos sitúe en una posición de críticos e inflexibles ante todo lo que sea diferente a nuestra manera de pensar. El respeto -sin lugar a duda- es un valor que nos permite reconocer, aceptar, apreciar y valorar las cualidades del prójimo y sus derechos.
Podemos discrepar, disentir o expresar nuestro desacuerdo con las opiniones y actuaciones de otros, porque ello es parte del vivir y compartir como seres sociales, simplemente entendiendo que no somos iguales. El problema se hace presente cuando al opinar o actuar olvidamos la universal Regla de Oro, un principio moral que nos indica que debemos “tratar a los demás como queremos que nos traten a nosotros” y “no hacer a los demás lo que no queremos que nos hagan a nosotros”. 
La naturaleza -en su sabiduría- deja un claro mensaje de apertura a las diferencias, al ofrecernos un mundo lleno de tonos y matices, no solo en blanco y negro. Nada es absoluto, todo es relativo, porque nuestra posición con respecto a cualquier tema dependerá de nuestra cultura, vivencias, experiencias en general, intereses y conocimiento al respecto. Es importante esforzarnos y comprender diferentes puntos de vista, porque es un hecho que nosotros no tenemos el privilegio de ser únicos poseedores de la verdad. 
El respeto debe manifestarse o hacerse explícito hacia las personas, culturas, ideas y leyes. La ausencia de respeto generará enfrentamientos y violencia. El respeto comienza con el que merecemos y nos brindarnos a nosotros mismos. “Ante todo, respetaos a vosotros mismos”, decía Pitágoras de Samos, filósofo y matemático griego. “Respétate a ti mismo y otros te respetarán”, expresaba el filósofo chino Confucio. Al respetamos a nosotros mismos tendremos capacidad para respetar a los demás. La expresión “Respeta para que te respeten”, afirma que el respeto es de doble vía. Debemos ser asertivos para hacer saber a los demás cuando nos sentimos irrespetados, para establecer nuestro límite, porque de lo contrario nos arriesgamos a continuar siendo, cada vez –quizá- de peor manera irrespetados. 
Una discusión racional y respetuosa de ideas permitirá exponer mejor nuestra opinión, siempre y cuando, tengamos mente abierta y la disponibilidad a escuchar y considerar diferentes puntos de vista, porque con toda seguridad ello contribuirá a enriquecer y modificar nuestro propio punto de vista.  El famoso escritor argentino Jorge Luis Borges, reconocía la importancia de modificar nuestros propios puntos de vista, al expresar: “Quizá haya enemigos de mis opiniones, pero yo mismo, si espero un rato, puedo ser también enemigo de mis opiniones”. 
El respecto, tampoco debe confundirse con el miedo, porque miedo es miedo y respeto es respeto. Cuando el respeto no es recíproco, cuando no es de ambos lados, entonces es miedo. Respetar implica aceptar las diferencias ideológicas, de raza, religión, sociales, económicas y muchas otras.   Al reconocer y aceptar la existencia del otro, del diferente a mí, puedo comenzar a entenderlo y comprender sus motivos, perspectivas y puntos de vista, puedo considerar sus derechos.  Una de las más sencillas formas de respecto es brindar a otros nuestra sincera y honesta escucha, para tratar de entender sus argumentos y motivaciones, buscando complementar ideas en beneficio de todos.
Cuando alguien irrespeta y maltrata a otra persona, vale la pena tener presentes las palabras de la poetisa, actriz y cantante estadounidense Maya Angelou, quien dijo: “La gente olvidará lo que dijiste, la gente perdonará lo que hiciste, pero la gente nunca olvidará cómo los hiciste sentir”. Por su parte, el abogado y político mexicano Benito Juárez reconocido como El Benemérito de las Américas, recomendaba “Nunca abuses del poder humillando a tus semejantes, porque el poder termina y el recuerdo perdura”. El ego y la soberbia son dos elementos siempre presentes en la falta de respeto.
“No pienses como yo, pero respeta que yo piense diferente” lo afirma una vieja frase. Cuando las posiciones entre dos argumentos están polarizadas, llevadas a extremos, se hace presente la expresión “Estás conmigo o estás contra mí”, donde no queda espacio para alternativas consideradas diferentes o neutras.

El fanatismo que respalda, con irracional pasión, la defensa extrema de sus particulares creencias, opiniones y puntos de vista considera a la opción del «Camino Medio» o a la «Opción Neutra» como posiciones en su contra, cuando en realidad no es así. El llamado «Camino Medio» referido por el sabio Buda, representa la posición central donde se reconcilian y se supera la dualidad y los extremos polarizados, dando paso a acuerdos de mutuo beneficio que llevan a la armonía y la paz.
Miguel A. Terán
Psicología, Filosofía y Coaching
Web Page: www.lidervoice.com
Twitter: @MiguelATeranO

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