Más que un día de festejo es el momento de reconocer a
esa persona que junto a nuestra madre nos complementa como seres humanos.
Haciéndonos más armónicos, balanceados y equilibrados. Es ese individuo del
cual copiamos principios y valores que nos acompañarán por el resto de nuestra
vida, pero cuyo mejor legado es amor.
La primera responsabilidad de un padre es tratar de hacer la
mejor pareja con nuestra madre, para bienestar de quienes somos sus hijos.
Inclusive en aquellos casos en los que por diversas razones deban separase como
pareja, el compromiso de los padres es siempre tener presente que se separaron de
nuestra madre, pero nunca de nosotros. Y eso también lo debe entender nuestra madre,
para bienestar nuestro.
Es aquella persona que junto a nuestra madre nos da
alas para que volemos, pero sin que olvidemos nuestras raíces, ese lugar donde
venimos. Sus historias y vivencias -aquellas que nos contaron- serán parte de nuestro acervo cultural y tomaran mayor valor en la medida que pasen los años.
Puedo considerarme dichoso de contar entre mis amigos
con un batallón de buenos padres, o por lo menos un batallón de esos individuos
que de todo corazón hacen lo mejor por sus hijos. En lo personal, tengo la
misma dicha, porque Dios y la vida me
premiaron con un excelente padre, quien ya no está a mi lado, pero de quien recibí continuas lecciones de valores. Alguien que no tuvo todas las
oportunidades que él me brindó a mí, pero que fue un ejemplo vital para
entender que la vida no consiste en lo que hacemos o tenemos, sino en lo que
somos. Y mi padre fue por encima de todo
un excelente padre.
Doble felicitación para aquellas madres que por
diferentes razones debieron jugar los dos roles, de madre y padre, para ellas
mi admiración y respeto, es duro y exigente ese doble rol.
Feliz Día a todos aquellos que se merecen el
calificativo de padre, no solo por haber procreado hijos, sino por asumir el rol de criarlos y crear los hombres y mujeres de hoy y mañana. A mi padre donde quiera que esté, mi permanente y sincero agradecimiento. Se te ama entrañablemente.
Miguel A. Terán
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