domingo, 18 de septiembre de 2016

Nairo Quintana: el Poder del Silencio Una conversación con el ciclista colombiano más importante de todos los tiempos. Por: Mauricio Silva Guzmán

Nairo Quintana: el Poder del Silencio
Una conversación con el ciclista colombiano más importante de todos los tiempos.
Por: Mauricio Silva Guzmán

Las notas referidas a continuación fueron tomadas y resumidas de la entrevista realizada por Mauricio Silva Guzmán, publicada originalmente  en la edición 26 de la revista BOCAS Diciembre 2013. Parte de la presente información fue tomada de la página web: eltiempo.com y otra de Wikipedia.
 Para que todos comprendamos las dimensiones de este pequeño gigante del deporte, parece propicio comenzar con una referencia de los logros de Nairo Alexander Quintana Rojas, un ciclista profesional colombiano de 26 años, quien actualmente corre para el equipo españolMovistar de Categoría UCI WorldTeam. En su impresionante haber deportivo podemos referir que Nairo ha sido:  Ganador del Tour del Porvenir (Tour de l'Avenir) (2010), Ganador de la Vuelta a Murcia (2012), Ganador del Giro de Emilia (2012), Ganador de la Ruta del Sur (2012),Ganador de la Vuelta al País Vasco (2013), Sub-Campeón en el Tour de France (2013), Ganador de Vuelta a Burgos (2013), Ganador del Tour de San Luis (2014), Ganador del Giro de Italia (2014), Sub-Campeón del Tour de Francia (2015), Ganador de la Vuelta a Cataluña (2016), Ganador del Tour de Romandía (2016), Tercer Lugar en el Tour de France (2016) y reciente Ganador de la Vuelta a España (2016).
Actualmente Nairo Quintana ocupa el Tercer Lugar entre los mejores ciclistas del mundo en el World Ranking de la Unión Ciclista Internacional (UCI) y el Primer Lugar en el WorldTour Ranking (UCI). Fuente: Wikipedia.
De la entrevista realizada a Nairo Quintana, consideramos importante tomar algunos párrafos, que transcribimos a continuación:
“Nairo solo quiere pedalear”, comienza escribiendo Mauricio Silva Guzmán.
Está claro, y lo confiesa, que eso es lo que más desea hacer en la vida (tal vez lo único) y que, además, es lo que mejor sabe hacer. Y muy bien. Y eso ya lo saben los colombianos, los españoles y los franceses.
Pero Nairo lo quiere hacer en silencio. Como siempre lo ha hecho. De hecho, la economía de sus palabras es la más elocuente definición de sí mismo. Nairo calla, porque lo que dice es muy puntual y porque sabe que en su terca manera de pedalear se encuentra su mejor expresión. Muy poco le gusta tener que lidiar con la fama, con la idea de que es un ídolo nacional y con la tara colombiana de querer convertirlo en el “pobrecito” que se salvó de la inmundicia.
En Colombia refiere, lo que pasa es que por ser del campo a uno lo tratan de pobre y no es así. Sí, digo, no teníamos dinero para darnos gustos. Lujos, no los teníamos, pero teníamos dinero para lo necesario. No como para decir: “me voy a comprar este reloj o me voy a comprar este celular”, no, eso no lo había. Pero sí había para lo básico.
Pero es que en el campo a todos nos toca trabajar y no es escandaloso ver trabajar a un niño. Los padres enseñan a sus hijos a ser responsables, a ayudar dentro de la familia: todos somos una unión y todos a salir adelante. Y muchas veces muestran eso como un escándalo: “¡Uyyy!, le tocó trabajar desde pequeñito”. Y no, eso es lo normal, porque no somos hijos de empresarios y no somos hijos de gente de dinero, somos hijos del campo.
Nunca tuvimos apuros, porque en el campo la gente vive muy tranquila, vive casi al cien por ciento feliz. No como en la ciudad, que un semáforo, que un carro, que te pitó, que el otro se te metió, que la oficina, que el tiempo, que la hora. En la ciudad no son felices. En la ciudad, la gente va a la oficina y no está pendiente de sus hijos.
Entonces, hay hijos rebeldes dentro de la sociedad, y de familias de alto estrato social, que se vuelven drogadictos y alcohólicos, porque muchas veces los padres nunca tuvieron la oportunidad de verles dar su primer pasito de bebés. Muchas veces los niños se crían queriendo más a la empleada que a la mamá. Y aquí en el campo, no. Yo quiero a mi madre, porque mi madre me crio y fue la que me dio el pecho. A mí no me dieron tetero.
Yo labré la tierra junto con mi padre. Hacíamos la huerta, cultivábamos para vender papa y maíz, básicamente. En el pasado paro agrario en Colombia, Nairo dio una declaración muy puntual y muy fuerte: “Da tristeza tener que ir a la plaza de mercado a llevar el producto y que no alcance ni siquiera para el transporte”. “Los campesinos se van a la ciudad porque el campo no da”. Sus palabras reflejan, brevemente,  el problema del trabajo en el campo y las consecuencias de la emigración del campesino a la ciudad.
En la entrevista se hace mención que Nairo ayuda a figuras jóvenes del ciclismo para que puedan seguir sus pasos. En general, es una historia a la cual le faltan muchos capítulos, porque aquí parece haber campeón para rato. Este es Nairo Quintana, excepcional deportista y excelente persona,  quien con esfuerzo y dedicación ha logrado situarse entre los mejores ciclistas del mundo. La entrevista refleja un mensaje de humildad de un deportista que ha saboreado el éxito.
 Miguel A. Terán
Foto de Nairo Quintana por Jorge Oviedo
 Septiembre 18, 2016.


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