“No pienses como yo pero respeta que yo piense
diferente” lo afirma una vieja frase. Cuando las posiciones entre dos
argumentos están polarizadas, llevadas a extremos, se hace presente la
expresión “Estás conmigo o estás contra mí”, donde no se deja espacio para
alternativas consideradas neutras.
El fanatismo que respalda, con irracional
pasión, la defensa de sus particulares creencias, opiniones y puntos de vista
considera a la opción del «Camino Medio» o a la «Opción Neutra» como posiciones
en su contra, cuando en realidad no es así. El llamado «Camino Medio» referido
por el sabio Buda, quien lo consideraba la posición central donde se
reconcilian y se supera la dualidad y los extremos polarizados, dando paso a la armonía y la paz.
El respeto mutuo exige aceptar que el otro o los
otros son diferentes a nosotros, no nuestros clones. Sin ese respeto y apertura
hacia otros puntos de vista no existe intención alguna para escuchar ni
para alcanzar una sana y equilibrada relación.
La descalificación de personas, grupos e
instituciones desenfoca la verdadera atención que requieren las necesidades y problemas produciendo más
desorientación que orientación. Quien descalifica pretende sobre dimensionar imperfecciones, defectos o debilidades
que visualiza o crea en el otro, en ese otro que considera diferente.
Escuchar y considerar los argumentos y razones de ese otro
permitirá que comprendamos sus necesidades, problemas, puntos de vista o perspectivas diferentes a la nuestra, pero que también han sido, son parte y quizá seguirán siendo parte de
la realidad.
Planteaba el escritor argentino Jorge Luis Borges
que "Hay que tener cuidado al elegir a los enemigos porque uno termina
pareciéndose a ellos”, lo cual es una gran verdad. Parece paradójico, pero
terminamos pensando y actuando de la misma manera que criticamos a otros.
Algunas veces recibimos descalificaciones y respondemos con descalificaciones,
dejando a un lado la válida y necesaria argumentación. En el mundo político es común que ello ocurra, y podemos ver candidatos cuyo propuesta de gobierno parece ser la critica y descalificación del otro, porque no ofrecen ningún plan ni proyecto de gobierno.
Debemos entender que las cosas han cambiado, que
el mundo toma nuevas perspectivas y, ello debe llevarnos abrir nuestra mente a
nuevas ideas y realidades, y a otras que quizá siempre estuvieron allí, pero
nos habíamos negado a verlas y aceptarlas. El escritor y filósofo estadounidense
Eric Hoffer acertadamente lo expresaba diciendo “En tiempos de cambio, quienes
estén abiertos al aprendizaje se adueñarán del futuro, mientras que aquellos
que creen saberlo todo estarán bien equipados para un mundo que ya no existe”.
Expresaba el novelista y dramaturgo francés
Alejandro Dumas (padre) que “El orgullo de quien no puede edificar es
destruir”. Mientras el filósofo Sócrates afirmaba “Cuando el debate está
perdido la calumnia es el arma del perdedor”. Y Mahatma Gandhi nos recordaba
que “No hay que apagar la luz del otro para que brille la nuestra”.
Algunas veces esa imperiosa necesidad de tener
razón nos lleva a no aceptar nada diferente a nuestras creencias y paradigmas. En resumen, poco aporta a la
discusión y al logro de acuerdos, quien descalifica a otros, sin querer entender y solo tratar de imponer sus propias razones.
Miguel A. Terán
Psicología, filosofía y coaching.
Twitter: @MiguelATeranO
Nota: imagen extraída de la web
Referencias: Tomadas de Wikipedia + RAE
(Diccionario de la Real Academia de la Lengua Española.
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