lunes, 14 de septiembre de 2015

¿Son útiles las soluciones rápidas? Miguel A. Terán

¿Son útiles las soluciones rápidas?
Miguel A. Terán

Algunas soluciones rápidas pueden contribuir a resolver emergencias a corto plazo, pero es importante estar conscientes que estas soluciones –generalmente- crean una aparente estabilidad temporal, pero la necesidad, situación o problema que genera la emergencia continúa sin haber sido resuelta,  por lo cual la situación o causa  tiende a agravarse en el tiempo. 
Es común que esa solución rápida disminuya nuestro miedo, preocupación o angustia, por la situación o problema, pasando de la crisis y actividad, a la tranquilidad y pasividad. En la vida diaria, la solución rápida no requiere cambios de actitudes ni hábitos, porque no es resultado de un esfuerzo continuo en el tiempo.    
Las consecuencias o efectos de la situación, ante la no satisfacción de la necesidad o la solución de la causa, continuaran creciendo hasta un momento en que los remedios, paliativos o los tratamientos cosméticos ya no surtirán efecto. El mensaje remanente apunta a buscar la solución definitiva, teniendo presente que debemos evitar soluciones que representen nuevos problemas. 
En muchas oportunidades, pequeñas necesidades van evolucionando hacia malestares, transformándose con el tiempo en problemas que pueden llegar a convertirse en verdaderas pesadillas. Una vez alcancen esas dimensiones su solución requerirá tomar decisiones complejas y quizá traumáticas, además de utilizar significativos recursos y tiempo para resolverlas.   
Igualmente importante es no despilfarrar el tiempo de cual disponemos para la búsqueda de soluciones, persiguiendo y atrapando culpables. Al respecto, el empresario estadounidense Henry Ford decía “No busquemos culpables, sino soluciones”. 
Otro aspecto importante a considerar lo refería el científico alemán Albert Einstein afirmando que “La formulación de un problema, es más importante que su solución”; lo cual es absolutamente cierto, porque una adecuada solución debe ser resultado del  efectivo análisis y evaluación de las características del problema. Una respuesta o solución sin adecuada evaluación de su impacto, puede convertirse en un mal mayor, haciendo honor al refrán “Fue peor el remedio que la enfermedad”.    
Lo ideal es evitar problemas, procurando conocer y resolver las causas y procesos que concluyen en estos, siendo proactivo y buscando soluciones a tiempo. Aunque lo cierto es que “Nada dura por siempre, ni siquiera tus problemas”, expresa el psicólogo estadounidense Arnold H. Glasgow. Entonces, el reto es evaluar todas las variables antes de tomar decisiones, controlando la evolución de las mismas, evitando así  nuevos y futuros problemas.

15 de Septiembre 2015.

Miguel A. Terán
Psicología, filosofía y coaching.

Twitter: @MiguelATeranO
Nota: imagen extraída de la web
Referencias: Tomadas de Wikipedia + RAE (Diccionario de la Real Academia de la Lengua Española


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