¿Son útiles las soluciones rápidas?
Miguel A. Terán
Algunas soluciones rápidas pueden contribuir a
resolver emergencias a corto plazo, pero es importante estar conscientes que
estas soluciones –generalmente- crean una aparente estabilidad temporal, pero
la necesidad, situación o problema que genera la emergencia continúa sin haber
sido resuelta, por lo cual la situación o causa tiende a agravarse
en el tiempo.
Es común que esa solución rápida disminuya nuestro
miedo, preocupación o angustia, por la situación o problema, pasando de la
crisis y actividad, a la tranquilidad y pasividad. En la vida diaria, la
solución rápida no requiere cambios de actitudes ni hábitos, porque no es
resultado de un esfuerzo continuo en el tiempo.
Las consecuencias o efectos de la situación, ante
la no satisfacción de la necesidad o la solución de la causa, continuaran
creciendo hasta un momento en que los remedios, paliativos o los tratamientos
cosméticos ya no surtirán efecto. El mensaje remanente apunta a buscar la
solución definitiva, teniendo presente que debemos evitar soluciones que
representen nuevos problemas.
En muchas oportunidades, pequeñas necesidades van
evolucionando hacia malestares, transformándose con el tiempo en problemas que
pueden llegar a convertirse en verdaderas pesadillas. Una vez alcancen esas dimensiones
su solución requerirá tomar decisiones complejas y quizá traumáticas, además de
utilizar significativos recursos y tiempo para resolverlas.
Igualmente importante es no despilfarrar el tiempo
de cual disponemos para la búsqueda de soluciones, persiguiendo y atrapando
culpables. Al respecto, el empresario estadounidense Henry Ford decía “No
busquemos culpables, sino soluciones”.
Otro aspecto importante a considerar lo refería el
científico alemán Albert Einstein afirmando que “La formulación de un problema,
es más importante que su solución”; lo cual es absolutamente cierto, porque una
adecuada solución debe ser resultado del efectivo análisis y evaluación
de las características del problema. Una respuesta o solución sin adecuada
evaluación de su impacto, puede convertirse en un mal mayor, haciendo honor al
refrán “Fue peor el remedio que la enfermedad”.
Lo ideal es evitar problemas, procurando conocer y
resolver las causas y procesos que concluyen en estos, siendo proactivo y
buscando soluciones a tiempo. Aunque lo cierto es que “Nada dura por siempre,
ni siquiera tus problemas”, expresa el psicólogo estadounidense Arnold H.
Glasgow. Entonces, el reto es evaluar todas las variables antes de tomar
decisiones, controlando la evolución de las mismas, evitando así nuevos y
futuros problemas.
15 de Septiembre 2015.
Miguel A. Terán
Psicología, filosofía y coaching.
Blog: www. miguelterancoach.blogspot.com
Twitter: @MiguelATeranO
Nota: imagen extraída de la web
Referencias: Tomadas de Wikipedia + RAE
(Diccionario de la Real Academia de la Lengua Española
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