¿Qué es el progreso?
Miguel A. Terán
El progreso podemos considerarlo desde una perspectiva personal, pero es importante también observarlo desde otras perspectivas, tales como tecnológicas, económicas, sociales, etcétera. Lo que sí parece cierto es que el auténtico y duradero progreso debe conllevar un beneficio general, para que sea sustentable en el tiempo.
Hemos confundido progreso tecnológico y económico con progreso humano, y tal vez allí se ha desvirtuado su esencia. Inclusive se habla –con firmeza- del progreso de algunos países y sociedades, donde continúan masas importantes de población viviendo en la más extrema miseria.
Todo depende de los indicadores que utilicemos
para medir el progreso y las estadísticas que apoyen la idea a transmitir. El
escritor irlandés George Bernard Shaw afirmaba que “La estadística es una
ciencia que demuestra que si mi vecino tiene dos automóviles y yo ninguno, los
dos tenemos uno”. Recordemos las palabras de un autor anónimo: “Las cifras no
mienten, pero los mentirosos también usan cifras”.
Uno de los aspectos clave a considerar cuando
tratamos el tema del progreso, está relacionado con la misma pregunta de este
artículo de reflexión: ¿Qué es el progreso?, ya que muchas veces podemos
confundir con genuino progreso, algunas mejoras o cambios parciales,
superficiales o temporales.
Entonces, al progreso lo podemos ver desde lo
superficial, desde lo que nos venden, de esa manera consideramos que algunas
personas, empresas, países y sociedades progresan, como referimos líneas
atrás, pero si tuviéramos la oportunidad de conocerlas desde adentro, desde sus
entrañas, -tal vez- reconoceríamos que es un progreso irreal o un seudo
progreso. El medio ambiente ha recibido consecuencias y es diaria víctima de
ese progreso.
Algunos aspectos o elementos del progreso
podemos cuestionarlos, porque con el progreso hemos ganado, pero sin ser
negativos con esos logros, también debemos ser honestos y reconocer que a veces
hemos perdido, especialmente en los temas humanos. Un equipo telefónico –con
toda la tecnología- de hoy día nos deja sin frontera para comunicarnos,
eliminando anteriores limitaciones geográficas, pero también nos roba
privacidad, intimidad y paz.
Es innegable que algunos avances tecnológicos,
permiten un mejor y mayor nivel de vida, inclusive de calidad de vida cuando
nos referimos al tema salud, pero no siempre todo es beneficio. No obstante,
debemos ser cuidadosos al criticar el progreso porque podemos olvidar todo lo
que éste ha permitido alcanzar para bienestar de la humanidad; pero al
idolatrarlo en extremo podemos olvidar todo el daño que se ha hecho con algunos
avances del progreso, especialmente en aquellas industrias que deterioran
nuestra salud o las que acaban con vidas, como la industria de la guerra.
“El progreso y el desarrollo son imposibles si uno
sigue haciendo las cosas tal como siempre las ha hecho”, afirmaba el psicólogo,
escritor y orador estadounidense Wayne W. Dyer. Es simple lógica reconocer que
seguir haciendo lo mismo nos conservará en el mismo lugar donde estamos. “El
progreso consiste en renovarse”, expresaba el filósofo y escritor español
Miguel de Unamuno.
Por su parte, el escritor y filósofo español José
Ortega y Gasset decía que “El progreso no consiste en aniquilar hoy el ayer,
sino, al revés, en conservar aquella esencia del ayer que tuvo la virtud de
crear ese hoy mejor”. La idea no es
regresar a la época de las cavernas, oponiéndonos al progreso, pero si entender
el progreso al servicio de la humanidad, para alcanzar sueños y metas de
prosperidad, salud, paz y felicidad para todos.
14 de Septiembre de 2015.
Miguel A. Terán
Psicología, filosofía y coaching.
Twitter: @MiguelATeranO
Nota: imagen extraída de la web
Referencias: Tomadas de Wikipedia + RAE
(Diccionario de la Real Academia de la Lengua Española
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