domingo, 13 de septiembre de 2015

¿Qué es el progreso? Miguel A. Terán

¿Qué es el progreso?
Miguel A. Terán


El progreso podemos considerarlo desde una perspectiva personal, pero es importante también observarlo desde otras perspectivas, tales como tecnológicas, económicas, sociales, etcétera.  Lo que sí parece cierto es que el auténtico y duradero progreso debe conllevar un beneficio general, para que sea sustentable en el tiempo.
 


Hemos confundido progreso tecnológico y económico con progreso humano, y tal vez allí se ha desvirtuado su esencia.  Inclusive se habla –con firmeza- del progreso de algunos países y sociedades, donde continúan masas importantes de población viviendo en la más extrema miseria.
 

Todo depende de los indicadores que utilicemos para medir el progreso y las estadísticas que apoyen la idea a transmitir. El escritor irlandés George Bernard Shaw afirmaba que “La estadística es una ciencia que demuestra que si mi vecino tiene dos automóviles y yo ninguno, los dos tenemos uno”. Recordemos las palabras de un autor anónimo: “Las cifras no mienten, pero los mentirosos también usan cifras”. 

Uno de los aspectos clave a considerar cuando tratamos el tema del progreso, está relacionado con la misma pregunta de este artículo de reflexión: ¿Qué es el progreso?, ya que muchas veces podemos confundir con genuino progreso, algunas mejoras o cambios parciales, superficiales o temporales. 

Entonces, al progreso lo podemos ver desde lo superficial, desde lo que nos venden, de esa manera consideramos que algunas personas, empresas,  países y sociedades progresan, como referimos líneas atrás, pero si tuviéramos la oportunidad de conocerlas desde adentro, desde sus entrañas,  -tal vez- reconoceríamos que es un progreso irreal o un seudo progreso. El medio ambiente ha recibido consecuencias y es diaria víctima de ese progreso. 

Algunos  aspectos o elementos del progreso podemos cuestionarlos, porque con el progreso hemos ganado, pero sin ser negativos con esos logros, también debemos ser honestos y reconocer que a veces hemos perdido, especialmente en los temas humanos. Un equipo telefónico –con toda la tecnología-  de hoy día nos deja sin frontera para comunicarnos, eliminando anteriores limitaciones geográficas, pero también nos roba privacidad, intimidad y paz. 

Es innegable que algunos avances tecnológicos, permiten un mejor y mayor nivel de vida, inclusive de calidad de vida cuando nos referimos al tema salud, pero no siempre todo es beneficio. No obstante, debemos ser cuidadosos al criticar el progreso porque podemos olvidar todo lo que éste ha permitido alcanzar para bienestar de la humanidad; pero al idolatrarlo en extremo podemos olvidar todo el daño que se ha hecho con algunos avances del progreso, especialmente en aquellas industrias que deterioran nuestra salud o las que acaban con vidas, como la industria de la guerra.
 
“El progreso y el desarrollo son imposibles si uno sigue haciendo las cosas tal como siempre las ha hecho”, afirmaba el psicólogo, escritor y orador estadounidense Wayne W. Dyer. Es simple lógica reconocer que seguir haciendo lo mismo nos conservará en el mismo lugar donde estamos. “El progreso consiste en renovarse”, expresaba el filósofo y escritor español Miguel de Unamuno. 

Por su parte, el escritor y filósofo español José Ortega y Gasset decía que “El progreso no consiste en aniquilar hoy el ayer, sino, al revés, en conservar aquella esencia del ayer que tuvo la virtud de crear ese hoy mejor”. La idea no es regresar a la época de las cavernas, oponiéndonos al progreso, pero si entender el progreso al servicio de la humanidad, para alcanzar sueños y metas de prosperidad, salud, paz y felicidad para todos.

14 de Septiembre de 2015.

Miguel A. Terán
Psicología, filosofía y coaching.

Twitter: @MiguelATeranO
Nota: imagen extraída de la web
Referencias: Tomadas de Wikipedia + RAE (Diccionario de la Real Academia de la Lengua Española



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