Si ganamos algo y pagamos el precio con falta de
libertad, ¿Habremos ganado?
-Miguel A. Terán
“Es un extraño propósito perseguir el poder y
perder la libertad”, expresaba siglos atrás
Sir Francis Bacon, el filósofo, político, abogado
y escritor inglés. Perseguimos muchas cosas en la vida que después nos atrapan
y esclavizan. El reconocido psicólogo Walter Riso reconoce que “La estrategia
fundamental que conduce al bienestar emocional consiste en descubrir lo que uno
no necesita y sacudirse de ello”.
Con el paso de los años vamos adquiriendo cosas,
propiedades, dinero, relaciones, responsabilidades, compromisos y más, muchas
de las cuales nos van llenando de preocupaciones y angustias, robándonos la
necesaria paz para vivir tranquilos. Hasta el amor mal entendido esclaviza. El
filósofo chino Confucio afirmaba: “Algún dinero evita preocupaciones; mucho,
las atrae”.
Esa permanente búsqueda de algo más, impide que
demos prioridad, tiempo y disposición para disfrutar lo que hemos
conseguido, posponiendo disfrutes para más adelante. “No es verdad que se haya
hecho fortuna cuando no se sabe disfrutar de ella”, planteaba el Marqués de
Vauvenargues, escritor francés.
Las necesidades naturales son básicas, los deseos
que acompañan a esas necesidades son también básicos. Pero otros deseos,
resultado de la influencia cultural y social, no podemos catalogarlos como
necesidades, porque en realidad no son naturales ni necesarios, son
artificiales. Éstos últimos esclavizan porque no tiene límite de satisfacción,
siempre queremos más, convirtiéndonos en individuos insaciables.
Con el tiempo hemos cambiado el concepto de libertad,
sin llegar realmente a conseguirla. Ahora somos esclavos de otras cosas,
más difíciles de luchar contra ellas, porque ni siquiera somos conscientes de
cómo nos esclavizan. Hoy día la tecnología se ha apoderado de nuestros tiempos
y espacios de vida. Sentimos que la tecnología nos da libertad, cuando en
realidad más parece que la perdemos. Expresaba el dramaturgo austríaco Franz
Grillparzer “Las cadenas de la esclavitud solamente atan las manos: es la mente
lo que nos hace libres o esclavos”.
La libertad debe reflejar la voluntad del
individuo, pero es requisito que este individuo tenga como límite hacer solo
aquello que no haga daño a otros. "La libertad es el derecho de hacer lo
que no perjudique a los demás", afirmaba el político y orador francés Enrique
Lacordaire.
Es importante tener presente que la vida es un
intercambio, ganamos y perdemos; mejor dicho; obtenemos algo y
sacrificamos algo, nada es gratis. En ese intercambio podemos perder
cosas más importantes que las que ganamos. Podemos perder la armonía, balance y
equilibrio que requiere nuestra vida, lo que podría llevarnos a acabar
relaciones afectivas, familiares, laborales y sociales en general.
En numerosas oportunidades iniciamos proyectos de
vida considerando solo lo que podríamos ganar, pero olvidando los riesgos y
potenciales perdidas. “La actividad más importante que un ser humano puede
lograr es aprender para entender, porque entender es ser libre”, afirmaba
el filósofo neerlandés Baruch Spinoza. En similar orden de ideas el filósofo y
escritor español Miguel de Unamuno planteaba que “Solo el que sabe es libre y más libre el que más
sabe”.
Por su parte, el poeta y dramaturgo alemán,
Goethe, consideraba que “Solo es digno de libertad quien sabe conquistarla cada
día”. En otras palabras somos responsables por vigilar y conservar nuestra
libertad. La libertad nos permite elegir, pero
debemos hacernos responsables de las consecuencias de esa elección. El
político, científico e inventor estadounidense Benjamin Franklin, considerado unos
de los Padres Fundadores de los Estados Unidos de América, afirmaba “Aquellos
que cederían la libertad esencial para adquirir una pequeña seguridad temporal,
no merecen ni libertad ni seguridad”.
Agosto 28, 2015.
Miguel A. Terán
Psicología, filosofía y coaching.
Blog: www. miguelterancoach.blogspot.com
Twitter: @MiguelATeranO
Nota: imagen extraída de la web
Referencias: Tomadas de Wikipedia + RAE
(Diccionario de la Real Academia de la Lengua Española).
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