Intentar negar la realidad, dedicándonos a
construir nuestra propia realidad, solo traerá problemas.
Miguel A. Terán.
Miguel A. Terán.
Atrevernos a negar la existencia de cosas, situaciones y personas reales, basados en nuestras particulares creencias, paradigmas y perspectivas, de ninguna manera significa que en la realidad no existan, tal vez no existen solo en nuestra particular realidad.
Negar la realidad, roba valioso tiempo, mientras esa realidad crece y se hace presente a la sombra de esa negación, convirtiéndose poco a poco en un problema que más temprano que tarde debemos enfrentar. Afirmaba el científico y escritor, Isaac Asimov, que “Negar un hecho es lo más fácil del mundo. Mucha gente lo hace, pero el hecho sigue siendo un hecho”.
Hay quienes al trepar tan rápido la escalera de la
vida pierden contacto con la realidad, llegando a refugiarse y aislarse en su
propia realidad, hasta que la vida les demuestra de manera contundente lo
contrario. Comentaba un autor anónimo que “La vida es como un
restaurante, nadie se va sin pagar”.
Tienen cabida en este espacio las palabras
del poeta español Antonio Machado “Nunca perdáis contacto con el suelo; porque
solo así tendréis una idea aproximada de vuestra estatura”. Son muchas las
oportunidades que podemos terminar creyendo y siendo víctimas de nuestro propio
cuento.
Algunas veces esa continua negación de la realidad
impide que veamos cosas obvias que podrían afectarnos. Al respecto refería el
escritor británico George Orwell “Ver lo que tenemos delante de nuestras
narices requiere una lucha constante”. Quizá la parte más difícil de esa lucha
es la que debemos enfrentar contra nosotros mismos, contra nuestras creencias y
paradigmas. “No vemos jamás las cosas tal cual son, las vemos tal cual somos”,
nos decía la escritora estadounidense Anaïs Nin.
Innumerables personas manifiestan sorpresa ante
algunas circunstancias o hechos, que podrían parecer obvias para otras
personas, pero que de tanto negarlas y distorsionarlas en su particular
realidad, han permitido convertirse como mencionamos anteriormente en
verdaderos problemas.
Algunas personas reconocen la existencia de otras
alternativas, perspectivas y puntos de vista distintos a los suyos, pero
consideran a quienes piensan diferente como sus rivales, por el solo hecho de
pensar o ser diferente. La expresión “Si no estás conmigo estás contra
mi” refleja bien este estilo de pensar y reconocer la existencia de
diferencias. Este tipo de individuos ni siquiera intenta entender otros puntos
de vista, mucho menos hacer ningún esfuerzo por valorarlos y respetarlos.
Reconocer y aceptar las diferencias y junto a
ellas realidades distintas a las nuestras, es parte de la tarea de bien vivir.
Un mundo creado por nosotros mismos, en base a nuestras propias realidades,
será un lugar imposible para vivir en paz y felices.
Julio 10, 2015.
Miguel A. Terán
Psicología, filosofía y coaching.
Blog: www. miguelterancoach.blogspot.com
Twitter: @MiguelATeranO
Nota: imagen extraída de la web
Referencias: Tomadas de Wikipedia + RAE
(Diccionario de la Real Academia de la Lengua Española).
No hay comentarios:
Publicar un comentario