miércoles, 17 de junio de 2015

TEN SIEMPRE PRESENTE QUE TUS SUEÑOS SON LOS TUYOS, NO LOS MIOS. - Miguel A. Terán‏

TEN SIEMPRE PRESENTE QUE TUS SUEÑOS SON LOS TUYOS, NO LOS MIOS.
Miguel A. Terán

Si bien es cierto que es necesario y sano tener sueños, siempre es bueno precisarlos y establecerles límites,  porque seguir un sueño abierto puede hacernos perder el real sentido de vivir. El riesgo es que dejemos de vivir para nosotros y pasemos la vida viviendo para un sueño. También es cierto que algunos sueños, luego de una frenética lucha para convertirlos en realidad, pueden mutar y convertirse en pesadillas. 
Si bien es cierto que es necesario y sano tener sueños, siempre es bueno precisarlos y establecerles límites,  porque seguir un sueño abierto puede hacernos perder el real sentido de vivir. El riesgo es que dejemos de vivir para nosotros y pasemos la vida viviendo para un sueño. También es cierto que algunos sueños, luego de una frenética lucha para convertirlos en realidad, pueden mutar y convertirse en pesadillas. 
Cuando decidimos ir tras un sueño, debemos ser cuidadosos con el tipo de persona en quien nos vamos convirtiendo o transformando mientras perseguimos ese sueño, algunas veces nos desvirtuamos tanto por el camino, que pasado un tiempo nadie nos conoce, inclusive ni nosotros mismos. También hay quienes sus sueños y durante el transitar en busca de éstos,  se convierten en mejores seres humanos. 
Decisiones tomadas –por diferentes razones-  en etapas tempranas de nuestra vida, nos acompañarán por mucho tiempo o por siempre, aunque quizá nunca fueron el resultado de un sueño propio. Escogemos una carrera profesional, una pareja y tomamos otras decisiones que marcan nuestra vida, algunas de éstas, con cierta presión del entorno o bajo circunstancias que no manejamos adecuadamente, quizá por razones de inmadurez. En no pocas oportunidades, pasados los años, reconocemos que fueron sueños obligados.   
Definitivamente, como expresó la escritora franco-estadounidense Anaïs Nin, “Los sueños son necesarios para la vida”, porque son parte de la energía que requerimos para accionar, para actuar, para comprometernos y para transitar por la vida.  Por su parte, el músico y compositor estadounidense, Les Brown, reconocía que “Demasiados de nosotros no vivimos nuestros sueños porque vivimos nuestros miedos”. 
También es cierto que en el tema de los sueños, aparecen mercaderes de sueños, como en todo aquello que tiene oportunidad de negocio. Esos individuos nos invitan a pensar en grande, pero sin detenerse a considerar cuán preparados estamos para comprar un sueño y, sobre todo, para sostenerlo en el tiempo, evitando que éste se convierta en una terrible pesadilla. 
Los vendedores de sueños más reconocidos son los políticos y, gracias a algunos de ellos, comunidades y países, van como dice la vieja canción interpretada por el famoso Carlos Gardel “Ahora cuesta abajo en mi rodada. Las ilusiones pasadas ya no las puedo arrancar”.  De esa historia todos tenemos nuestra propia experiencia y a diario la prensa mundial se llena de estos personajes. “Desafortunadamente, el equilibrio de la naturaleza estipula que la super-abundancia de sueños se paga con el aumento de las pesadillas”, nos recordaba el actor estadounidense Peter Ustinov. 
En otra perspectiva, que para ser válida y sana debe conservar un adecuado balance y equilibrio, el mismo Les Brown, antes mencionado, afirmaba “Ayuda a otros a conseguir sus sueños y conseguirás los tuyos”, gran verdad.  Sin embargo, algunas veces pretendiendo que otros alcance sus sueños, sin darnos cuenta tratamos de imponer los nuestros. Los hijos son las principales víctimas de sus padres en este aspecto, quienes cargados del más grande amor por ellos, tratan de imponer y algunas veces vivir a través de sus hijos la vida que ellos no pudieron lograr. 
Refería el psiquiatra y psicólogo suizo Carl Jung “El que mira fuera sueña, el que mira adentro se despierta”. El despertar para llegar a tomar conciencia y  comprender lo que sucede en el aquí y ahora se da desde adentro. Crecemos y nos desarrollamos,  transformándonos y evolucionando, no cuando soñamos, sino cuando despertamos y tomamos conciencia, para transitar camino a la verdad. Es en ese momento donde mis sueños serán mis verdaderos sueños.

Junio 18, 2015.

Miguel A. Terán
Psicología, filosofía y coaching.

Twitter: @MiguelATeranO
Nota: imagen extraída de la web
Referencias: Tomadas de Wikipedia + RAE (Diccionario de la Real Academia de la Lengua Española).


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