miércoles, 17 de junio de 2015

SUFICIENTE ES UNA PALABRA INDISPENSABLE PARA PODER VIVIR EN PAZ. Miguel A. Terán

Los límites son vitales para vivir. Si bien es cierto que debemos esforzarnos en busca de lo mejor que puede ofrecernos la vida,  también es cierto que requerimos definir –previamente- o hacer un alto en el camino, para precisar y razonar lo qué estamos buscando. Cuando no establecemos un límite nos arriesgarnos a continuar persiguiendo algo que nunca alcanzaremos, ya que el límite será movible. 
Hasta en lo más elemental, la naturaleza es sabia en límites. Comer más de lo que gastamos en energía y desarrollo, nos llevará a subir de peso. Unas copas de licor, antes de conducir, pueden ser la diferencia entre la vida y la muerte. El sabio y médico griego Hipócrates, llamado el Padre de la Medicina,  reconocía el poder de los límites diciendo “Ni la sociedad, ni el hombre, ni ninguna otra cosa deben sobrepasar, para ser buenos, los límites establecidos por la naturaleza”. 
En una expresión atribuida a Eduardo Galeano, el famoso y brillante escritor uruguayo, pero que el mismo Galeano reconoció que  la autoría era del director de cine argentino Fernando Birri, cuando en una oportunidad preguntaron a Birri, ¿Para qué sirve la utopía?, éste respondió “La utopía está en el horizonte y, entonces, si yo ando diez pasos la utopía se aleja diez pasos, y si yo ando veinte pasos la utopía se coloca veinte pasos más allá; por mucho que yo camine nunca, nunca la alcanzaré. Entonces, ¿para qué sirve la utopía? Para eso, para caminar”. 
Debemos ser cuidadosos para no llenarnos -en extremo- de optimismo,  dedicándonos a perseguir de manera irracional  sueños u objetivos, que son realmente utopías. No porque no vale la pena esforzarnos, ni luchar por lo que deseamos y merecemos, sino porque se nos puede ir la vida caminando sin parar, mientras perseguimos una utopía, sin ni siquiera llegar a disfrutar el camino.  El poeta de la Antigua Roma Horacio reconocía que “Todo tiene sus límites”. 
Debemos disponer de tiempo para disfrutar lo que hemos conseguido, no hace sentido posponer disfrutes, más allá de lo lógico razonable, porque nunca sabremos si tendremos tiempo más adelante.  El co-fundador de la empresa japonesa Sony Akio Morita, reconocía que “Saber cuando detenerse o continuar es la clave del éxito”. En similar línea de pensamiento el actor, director y productor de cine estadounidense Orson Welles, reconocía que "Tener o no un final feliz depende de dónde decidas detener la historia". Entonces, parece importante saber cuando comenzar, encontrando el mejor momento para hacerlo, pero parece aún más importante saber cuando detenerse, para no pasar o perder todo o parte de lo logrado. 
El antes mencionado escritor uruguayo Eduardo Galeano, planteaba una triste realidad, relacionada más con los deseos que con necesidades, y el riesgo de hacerlos insaciables. Al pasar los límites, los deseos acaban con la necesaria paz para vivir; por ello, reconocía "‎Quien no está preso de la necesidad, está preso del miedo: unos no duermen por la ansiedad de tener las cosas que no tienen, y otros no duermen por el pánico de perder las cosas que tienen". 
Primeramente, definamos lo que deseamos y precisemos lo que realmente necesitamos, de todo eso que deseamos; luchemos por satisfacer esas necesidades sin dañar a nadie y por el contrario haciendo bien a quien podamos. Reconozcamos el adecuado momento de detenernos, pero sobre todo no permitamos que la búsqueda nos haga perder la conciencia y dejemos de disfrutar el camino. El científico Albert Einstein, afirmaba que “Hay dos cosas infinitas: el Universo y la estupidez humana. Y del Universo no estoy seguro”. Lo cierto es que algunas veces, tal vez sin ser estúpidos, hacemos algunas cosas sin mucho sentido. 

Junio 17, 2015.

Miguel A. Terán
Twitter: @MiguelATeranO
Nota: imagen extraída de la web
Referencias: Tomadas de Wikipedia + RAE (Diccionario de la Real Academia de la Lengua Española).

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