domingo, 7 de junio de 2015

REFLEXIÓN DEL DÍA (Lunes 08 de Junio de 2015)‏

“Para desatar los nudos, para poder dar las respuestas, lo primero es saber llegar a las preguntas”.
Autor Anónimo

REFLEXIÓN: Permanecer en lo superficial o en lo cosmético de las situaciones de la vida parece ser lo común. Lo intrascendente atrapa discusiones, decisiones y acciones. Evaluamos los hechos buscando problemas, nunca las necesidades que causaron esos problemas. Nos quedamos en los síntomas o las consecuencias de los problemas, por lo cual, casi nunca llegamos a las causas. 
Nos preocupamos poco por hacer las preguntas adecuadas acerca de lo que ocurre,  dedicando esfuerzos y recursos solo para resolver síntomas, mientras el problema sigue creciendo y la necesidad, causa del problema,  permanece absolutamente desatendida. El filósofo Aristóteles reconocía que “No se puede desatar un nudo sin saber cómo está hecho”. Ocurre que buscando respuestas, con mente y corazón abiertos, terminaremos encontrando más preguntas. 
Algunas veces descuidamos tanto nuestra reflexión en busca de aprendizajes o nuestra lectura en busca de conocimientos, que hemos llegado a desactualizarnos  hasta el extremo que tenemos solo viejas respuestas a nuevos problemas, ocurriendo lo que acertadamente expresó el escritor uruguayo Marío Benedetti, al decir “Cuando creíamos que teníamos todas las respuestas, de pronto, cambiaron todas las preguntas”. 
Nuestras creencias y paradigmas pueden convertirse en nudos complicados de desatar, que nos impiden reconocer las preguntas para dar adecuada respuesta a lo que ocurre a nuestro alrededor. Se hace difícil encontrar respuesta válida a innumerables preguntas, situaciones y circunstancias de hoy día, porque para ello, requerimos trasladarnos al pasado en busca de preguntas y respuestas. Sin duda que el hoy es un resultado del ayer.   
El reconocido educador brasileño Paulo Freire refería que la pedagogía tradicional, a través de la cual nos hemos formado, es una pedagogía de la respuesta por lo cual se nos complica la búsqueda de preguntas. El mismo Freire planteaba que los profesores contestan preguntas que los alumnos no han hecho. 
Decía el psicoterapeuta austriaco Vicktor Frankl que “Entre el estímulo y la respuesta hay un espacio. En este espacio descansa nuestra capacidad de elegir la respuesta. Y, en esas respuestas, se asienta nuestra libertad y nuestro crecimiento”. En ese espacio que mencionaba el Dr. Frankl deben ubicarse muchas preguntas que nos guiarán a conseguir algunas respuestas. 
El economista y teólogo inglés Richard Whately nos recordaba que “Quizás la existencia de una respuesta dependa solamente de que se haga la pregunta adecuada”. Es indudable que una pregunta inadecuada,  incorrecta, incompleta o sesgada, no puede llevarnos a conseguir una adecuada respuesta. 
“El ser humano no vive solo de pan. Necesitamos amor y cuidados, y encontrar una respuesta a quiénes somos y por qué vivimos”, plantea el escritor noruego Jostein Gaarder. Las respuestas de las ciencias exactas pueden resolver algunos problemas, pero no resuelven las necesidades generadoras de esos problemas. Cerramos esta reflexión recordando las palabras del científico alemán Albert Einstein “Lo importante es no dejar de hacerse preguntas”.  
  
Miguel A. Terán
Twitter: @MiguelATeranO
Nota: imagen extraída de la web
Referencias: Tomadas de Wikipedia + RAE (Diccionario de la Real Academia de la Lengua Española).



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