lunes, 1 de junio de 2015

REFLEXIÓN DEL DÍA (Lunes 01 de Junio de 2015)‏

“¿Qué harán las personas con el tiempo que se ahorran escribiendo “K” en vez de “Qué”?”
Autor Anónimo

REFLEXIÓN: Además del daño que hacemos al lenguaje, recortando palabras y expresiones, debemos tomar conciencia del efecto negativo que este mal hábito tiene sobre nosotros mismos. Lo que ocurrirá será que cuando necesitemos escribir adecuada y correctamente un tema formal de trabajo, una solicitud de empleo, una propuesta de negocios o de otro tipo, por razones de costumbre correremos el riesgo de cometer errores ortográficos y de redacción básicos, que pueden distorsionar o dejar mala imagen del mensaje,  deteriorando –también- nuestra imagen personal y profesional. 
Pero el problema, más parece un deseo “irracional” de ahorrar tiempo o de –simplemente- vivir apurado, quien sabe para qué.  Si se nos ocurriera sumar todos esos segundos de zozobra, angustia y estrés diario, “ahorrados” como resultado de esos innecesarios apuros, tal vez no nos permitirían -ni siquiera- ir a la cama 5 minutos antes, ni –mucho menos- levantarnos 5 minutos más tarde, ya que el tiempo no es acumulable. 
Prisa y apuro en similar grado de irracionalidad  ocurre con aquel espécimen de la fauna citadina, que desesperadamente toca o golpea la “corneta o bocina” de su vehículo, apenas pasados segundos del cambio de luz del semáforo o luz de tránsito, para que el vehículo de adelante avance, aunque sea –simplemente- para quedar atravesado en la intersección de vías. Está también presente la misma patología en aquel individuo que casi nos atropella, mientras corre, en los pasillos del supermercado. 
El médico, científico, historiador, escritor y pensador español Gregorio Marañón consideraba que “La rapidez que es una virtud, engendra un vicio, que es la prisa”.Mientras el escritor y periodista británico Gilbert Keith Chesterton,  afirmaba que “Una de las grandes desventajas de la prisa es que lleva demasiado tiempo”. La prisa nos roba la paz que requerimos para vivir felices. 
Encontramos otros casos similares, en aquellos individuos que desayunan o almuerzan mientras circulan en sus vehículos, sin comprender que el tiempo de desayuno o almuerzo tiene otras funciones, además de alimentarnos, porque son tiempos de descanso, relax de intercambio amistoso con la familia, con nuestros compañeros de faena o con alguna amistad, o simplemente para hacernos compañía nosotros mismos, reflexionar y saborear lo que comemos. 
El resultado de todo ello, es que hemos venido perdiendo innumerables espacios y tiempos de disfrute, ya que todo lo hemos convertido en un transitar para ir a otro lugar o hacer algo más, sin valorar el momento ni nada de lo que hacemos. Todo se ha convertido en un medio y ya nos sabemos cuál es el fin.  Al respecto, el novelista, poeta y ensayista escocés Robert Louis Stevenson, expresaba “Tanta prisa tenemos por hacer, escribir y dejar oír nuestra voz en el silencio de la eternidad, que olvidamos lo único realmente importante: vivir”. 
Muchas personas pasan días y hasta semanas, sin levantar la vista al cielo, sin reconocer lo bello de cada día, sin agradecer ese regalo. Miramos más al suelo que al cielo. Levantar la mirada arriba, hacia el cielo, la mayor parte de las veces, es para buscar algún nubarrón y pronosticar lluvia. Es más lo que miramos que lo que realmente vemos. 
Parece que Dios inventó el tiempo y el diablo, para atormentarnos, patentó la prisa. Tengamos siempre presente que lo urgente no debe impedir que abandonemos lo importante, porque el verdadero éxito consiste en vivir y en concluir la vida en paz, y ello, dependerá de la atención que brindemos a lo realmente importante.  Saber vivir no es andar de prisa, atropellando a otros, ahorrando segundos irrelevantes, sino dar buenos y firmes pasos, disfrutar de cada paso y etapa de vida, superar obstáculos y aprender de las equivocaciones, haciendo de nuestros errores fuente de reflexión, aprendizaje y sabiduría.

El pensador estadounidense Ralph Waldo Emerson nos invitaba a adoptar el ritmo de la naturaleza, cuyo secreto es la paciencia.

Miguel A. Terán
Twitter: @MiguelATeranO
Nota: imagen extraída de la web
Referencias: Tomadas de Wikipedia + RAE (Diccionario de la Real Academia de la Lengua Española).


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