NO COMPRES PRODUCTOS DE MARFIL
Evita contribuir con la despiadada cacería de
elefantes.
Campaña de AVAAZ.org
Los elefantes son unas criaturas muy inteligentes,
tan cercanas a nosotros en ese sentido como los simios y los estamos llevando
–literalmente- hacia la extinción. Estos hermosos animales entienden lo que les
pasa a ellos y a sus familias, y se obsesionan con la muerte, llegando a
reconocer los huesos de otros elefantes y pasarse horas llorándoles. La caza
furtiva les resulta tan devastadora a nivel emocional que una manada necesita
20 años para recuperarse.
Cada día mueren 100 elefantes -- algunas veces a
tiros desde helicópteros, otras por mutilación de la cara a machete mientras
todavía estaban vivos, todo para obtener de ellos el marfil con el cual se
producen baratijas de marfil. Aún peor, este comportamiento salvaje está
orquestado por criminales organizados que ayudan a financiar a algunos de los
grupos terroristas más peligrosos del mundo.
Pero ahora existen razones para la esperanza:
China acaba de anunciar que eliminará gradualmente su industria del marfil.
Además, se están introduciendo leyes en once estados de EE.UU. que reclaman la
prohibición del comercio de marfil. Es un punto de inflexión en la lucha por la
protección de estos majestuosos animales, y podemos aprovecharlo para
garantizar que se esfume la demanda global financiando una oleada de campañas
en EE.UU., Tailandia y Vietnam para acabar con los mayores mercados de marfil
del mundo. Es un hecho que detrás de este mercado hay poderosos intereses
económicos, pero sobre todo mucha ignorancia de parte del comprador final.
Cazar elefantes es un lucrativo negocio y a medida
que van desapareciendo más ejemplares en libertad, el precio de las reservas de
marfil aumenta. Los cazadores furtivos se están apresurando ahora para matar a
la mayor cantidad de elefantes posible. En cinco años, Mozambique ha perdido a
la mitad de su población de elefantes. Es una carrera contra el tiempo y, si se
mantiene este ritmo de caza, en poco más de una década ya no quedarán elefantes
salvajes, solo sus cementerios.
Las noticias que nos llegan de China nos ofrecen
la mejor oportunidad para cambiar las cosas. Con campañas de AVAAZ de primer
nivel en estos once estados de EE.UU., así como en Tailandia y Vietnam, se
podría ayudar a detener la demanda de este marfil manchado de sangre, al tiempo
que se están apoyando iniciativas contra la caza furtiva en la parte de la
demanda.
Se está planificando financiar campañas
publicitarias en el Sudeste Asiático y los EE.UU. para desestimular la demanda
de baratijas de marfil. Igualmente, la idea es crear sitios web en el Sudeste
Asiático y los EE.UU. en los que se informe a los consumidores acerca del
sufrimiento y la carnicería que viven los elefantes, con el objetivo de cambiar
la percepción sobre el marfil.
También, se pretende respaldar los programas de
protección a los guardabosques en África y algunas iniciativas creativas e
innovadoras para vigilar los parques más remotos, como el uso aviones no
tripulados.
Si todos contribuimos, haciendo campaña para
eliminar el comercio de marfil, podemos ayudar por fin poner freno a este
comercio lleno de tanta crueldad, convenciéndonos para que respetemos
a las especies que comparten el planeta con nosotros.
En nuestras manos está la solución: ¡Sin demanda,
no hay oferta! Además Avaaz acepta donaciones para luchar en esta y otras
campañas ecológicas. Informen a otras personas acerca de esta lucha para salvar
a los elefantes.
Nota (Tomada de Wikipedia): La palabra avaaz
significa “voz” en bengalí, bosnio, hindi, nepalí, persa, turco y otros
idiomas. En urdu, significa “sonido”. El término avaaz proviene de una
antiquísima palabra indoeuropea que produjo también la palabra «vach» (en
sánscrito),7 «vox» en latín, «voz» (en español), y «voice» (en inglés).
El objetivo de Avaaz.org es: “Movilizar a
ciudadanos por todo el mundo para cerrar la brecha entre el mundo que tenemos y
el mundo que la mayoría de la gente quiere”.
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