domingo, 28 de junio de 2015

NO COMPRES PRODUCTOS DE MARFIL

NO COMPRES PRODUCTOS DE MARFIL
Evita contribuir con la despiadada cacería de elefantes.
Campaña de AVAAZ.org
Los elefantes son unas criaturas muy inteligentes, tan cercanas a nosotros en ese sentido como los simios y los estamos llevando –literalmente- hacia la extinción. Estos hermosos animales entienden lo que les pasa a ellos y a sus familias, y se obsesionan con la muerte, llegando a reconocer los huesos de otros elefantes y pasarse horas llorándoles. La caza furtiva les resulta tan devastadora a nivel emocional que una manada necesita 20 años para recuperarse. 
Cada día mueren 100 elefantes -- algunas veces a tiros desde helicópteros, otras por mutilación de la cara a machete mientras todavía estaban vivos, todo para obtener de ellos el marfil con el cual se producen baratijas de marfil. Aún peor, este comportamiento salvaje está orquestado por criminales organizados que ayudan a financiar a algunos de los grupos terroristas más peligrosos del mundo. 
Pero ahora existen razones para la esperanza: China acaba de anunciar que eliminará gradualmente su industria del marfil. Además, se están introduciendo leyes en once estados de EE.UU. que reclaman la prohibición del comercio de marfil. Es un punto de inflexión en la lucha por la protección de estos majestuosos animales, y podemos aprovecharlo para garantizar que se esfume la demanda global financiando una oleada de campañas en EE.UU., Tailandia y Vietnam para acabar con los mayores mercados de marfil del mundo. Es un hecho que detrás de este mercado hay poderosos intereses económicos, pero sobre todo mucha ignorancia de parte del comprador final. 
Cazar elefantes es un lucrativo negocio y a medida que van desapareciendo más ejemplares en libertad, el precio de las reservas de marfil aumenta. Los cazadores furtivos se están apresurando ahora para matar a la mayor cantidad de elefantes posible. En cinco años, Mozambique ha perdido a la mitad de su población de elefantes. Es una carrera contra el tiempo y, si se mantiene este ritmo de caza, en poco más de una década ya no quedarán elefantes salvajes, solo sus cementerios. 
Las noticias que nos llegan de China nos ofrecen la mejor oportunidad para cambiar las cosas. Con campañas de AVAAZ de primer nivel en estos once estados de EE.UU., así como en Tailandia y Vietnam, se podría ayudar a detener la demanda de este marfil manchado de sangre, al tiempo que se están apoyando iniciativas contra la caza furtiva en la parte de la demanda. 
Se está planificando financiar campañas publicitarias en el Sudeste Asiático y los EE.UU. para desestimular la demanda de baratijas de marfil. Igualmente, la idea es crear sitios web en el Sudeste Asiático y los EE.UU. en los que se informe a los consumidores acerca del sufrimiento y la carnicería que viven los elefantes, con el objetivo de cambiar la percepción sobre el marfil. 
También, se pretende respaldar los programas de protección a los guardabosques en África y algunas iniciativas creativas e innovadoras para vigilar los parques más remotos, como el uso aviones no tripulados. 
Si todos contribuimos, haciendo campaña para eliminar el comercio de marfil, podemos ayudar por fin poner freno a este comercio lleno de tanta crueldad,  convenciéndonos para que respetemos  a las especies que comparten el planeta con nosotros. 
En nuestras manos está la solución: ¡Sin demanda, no hay oferta! Además Avaaz acepta donaciones para luchar en esta y otras campañas ecológicas. Informen a otras personas acerca de esta lucha para salvar a los elefantes.
Para mayor información por favor visiten la página web: http://www.avaaz.org/en/

Nota (Tomada de Wikipedia): La palabra avaaz significa “voz” en bengalí, bosnio, hindi, nepalí, persa, turco y otros idiomas. En urdu, significa “sonido”. El término avaaz proviene de una antiquísima palabra indoeuropea que produjo también la palabra «vach» (en sánscrito),7 «vox» en latín, «voz» (en español), y «voice» (en inglés).
 El objetivo de Avaaz.org es: “Movilizar a ciudadanos por todo el mundo para cerrar la brecha entre el mundo que tenemos y el mundo que la mayoría de la gente quiere”.


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